Crónicas
urgentes
La
muda SEFIPLAN
Claudia
Constantino
En las recientes entregas de esta
columna se ha planteado la urgencia de análisis serios sobre la situación financiera
que guarda el estado y, tras ello, de propuestas de solución a todo lo urgente.
Pocos son los actores de la sociedad que se han dado a la tarea de actuar con
responsabilidad y presentar algún planteamiento. Uno de esos pocos es Hilario
Barcelata Chávez, quien encabeza el Observatorio de Finanzas Públicas de la
Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana.
En materia de finanzas es una
autoridad, y ha sido constante en advertir los malos manejos y la opacidad de
la información financiera en Veracruz. Al punto de que se ha convertido en una voz incómoda para
la administración duartista. El más reciente ejemplo:
La respuesta por demás acalorada y ha
lugar del Secretario de Finanzas del Estado, Antonio Gómez Pelegrín, ante las
exigencias del académico de información precisa y veraz sobre:
a) El
monto de la deuda pública del estado y sus diversos pasivos.
b) La
situación financiera del Instituto de Pensiones del Estado, los rendimientos de
la reserva técnica y los angustiosos atrasos en los pagos de pensiones de miles
de veracruzanos.
c) Las
razones por las cuales existe enorme deuda con la Universidad Veracruzana y que
siguen acumulándose atrasos en las transferencias
d) El
destino que tuvieron los 4,798 millones de pesos obtenidos con un crédito
contratado el 22 de diciembre de 2015, y cuyo propósito declarado es inversión
pública (según consta en los registros de la SHCP) pero que se sabe fueron
utilizados para pagar otros créditos.
Es
redundar al consignar que el Secretario de SEFIPLAN, en lugar de ofrecer
respuestas, lo que ha hecho es pedirle al investigador que revele sus fuentes y
desestimar la información con que presenta una legítima y muy bien estructurada
petición de cuentas claras a Gómez Pelegrín.
Es la hora de los ciudadanos
valientes, como Hilario Barcelata Chávez y el resto del equipo del Observatorio
de Finanzas. Conocí al economista el año pasado, cuando intentaba explicarles,
a todos los alcaldes a quienes SEFIPLAN pretendía reducirles sus presupuestos
muchos millones de pesos, cuál había sido la fórmula utilizada por finanzas
para llevar a cabo ese otro latrocinio.
Aquella intentona de desfalco del
gobierno duartista terminó en que SEFIPLAN se disculpara por una “errónea
aplicación de la fórmula”, y dichos presupuestos fueran recalculados en favor
de varios municipios perredistas, aunque dicha experiencia la vivieron
municipios de todas las siglas.
Cabe destacar, pues, que la labor en
defensa de los dineros de los veracruzanos, realizada por Hilario Barcelata y
el Observatorio de Finanzas, es consistente, valiente; es imposible
desacreditar el serio desempeño de esta institución sólo por poner en evidencia,
con cifras y sólidos argumentos, lo que todos sabemos: las finanzas de Veracruz
son un desastre, porque el administrador Javier Duarte de Ochoa hasta ahí las
condujo.
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