Por: José
Miguel Cobián
Todos los mexicanos estamos impresionados
por los millones de millones de pesos que se ejercen cada año en el presupuesto
federal. Por los cientos de miles de millones de pesos que ejercen los estados.
Por los cientos de millones que ejercen los municipios. Por los millones de pesos que manejan las
agrupaciones cañeras. Por los miles de
millones de pesos que manejan los ingenios azucareros en el país. Por los cinco
millones de personas que depende de la caña de azúcar para vivir en nuestro
querido México. Por los millones de
mexicanos que producen productos agrícolas de los cuales depende su
subsistencia diaria.
¿A que viene todo este rollo? Fácil, a que México era potencia exportadora
de productos primarios hasta el gobierno de Luis Echeverría. Luego encontramos
petróleo y nos olvidamos del campo. Es decir desde 1976 el campo mexicano que
era el principal obtentor de divisas para el país fue relegado en las políticas
públicas y privadas. Y hasta la fecha no se ha podido recuperar, al grado de
que ahora dependemos del exterior para poder comer, pues si mañana se cerraran
las fronteras al comercio, los mexicanos nos moriríamos de hambre.
Todo esto viene a colación porque quien
esto escribe ha insistido mucho en que debe de asignarse presupuesto y luego
realizarse investigación y desarrollo de nuevos productos agropecuarios. Y no me digas que no te interesa, pues la
economía de millones de mexicanos depende del campo y si a ellos no les va
bien, se convierten en un lastre en el desarrollo económico del país. En cambio
si les va bien, se convierten en motor de desarrollo y crecimiento. ¿Te quejas de que el dinero no alcanza? Pues los productores agropecuarios podrían
ser la solución a tus problemas. Si a
ellos les va bien, le va bien a toda la economía del país.
Y si eso es importante, lo que viene e
indignante. Aparece una noticia en
algunos medios nacionales y locales dónde se informa ¨Investigan 22 nuevas
variedades de caña de azúcar¨. Primero la emoción porque la zona centro del
estado de Veracruz tiene una gran dependencia económica de la caña de azúcar,
del café y del limón. Luego el
desencanto: La investigación se lleva a cabo en el Centro Nacional de la Caña
de Azúcar, ¡EN BOLIVIA!. Vaya, un país
pequeño, pobre, con escasos recursos económicos le lleva la delantera a la
economía número catorce en el concierto de naciones. Presumimos que somos una potencia económica
y no tenemos un centro de investigación que desarrolle nuevas especies de
vegetales con mayor rendimiento, que sean acordes a nuestros suelos y a
nuestras condiciones climatológicas.
¡Viva México!, perdón, debí decir ¡Viva México Mediocre!.
Desde 1984 no se desarrolla en México una
nueva variedad de caña de azúcar. La que
se siembra viene de otros países, o se continúa con variedades criollas que no
tienen el mismo rendimiento en sacarosa que las nuevas variedades. México podría producir más azúcar con menos
hectáreas sembradas. O mucha más azúcar
con las actuales hectáreas en producción…. Pero eso…. A nadie le importa. A ninguno de los que enumeré en el primer
párrafo… ¡A NADIE!.
Sabes acaso que las variedades resistentes
a la roya que se están promoviendo y sembrando en México son desarrollos de
otros países que incluso ya superaron los rendimientos con nuevas variedades.
¡Es como si te vendieran un auto modelo 1990, a precio de auto último modelo
2017! Así está la economía del sector
agropecuario en el país.
Ahora no podemos evitar entender porque
hay tanta pobreza. No es sólo por el gobierno ladrón. No es sólo por el pueblo corrupto. No es que seamos flojos los mexicanos, pues
se ha demostrado que somos mucho más productivos que otras nacionalidades,
cuando tenemos el ¨cómo¨ y el ¨con que¨.
También sabemos que por política nacional, a los mexicanos en México nos
pagan menos que en otros países por un trabajo igual. Y el mejor ejemplo es la
industria automotriz, en la cual nos hemos convertido en potencia mundial, pero
que medidos por cualquier estándar, los obreros mexicanos ganan mucho menos que
sus contrapartes en cualquier otro país, a trabajo igual. ¡Viva México! Otra vez.
Imagina un centro de desarrollo e
investigación que en diez años revolucione la agricultura en México.
Investigando, analizando, conociendo, desarrollando tecnología y nuevas
variedades que permitan al país elevar su producción y productividad, lo cual a
su vez llevaría a un traslado de conocimientos y tecnología al campo mexicano,
que a su vez, generaría más riqueza y empleos, arraigaría a los jóvenes a su
tierra y les ofrecería mayores oportunidades.
Eso se llama desarrollo y eso (desarrollo) es la política que hace falta
en el país, política que nadie aplica.
Entiéndase política como un programa orquestado desde las mas altas
autoridades para que se logren metas específicas en tiempos determinados,
beneficiando a una enorme cantidad de población.
Imagina una sierra de Zongolica con
riqueza, y explotando el turismo.
Imagina a Huayacocotla con riqueza y alegría. Imagina las zonas cañeras con mas y mejores
rendimientos por hectárea. Imagina los
ingenios modernos y eficientes, al grado de que el azúcar sea un sub producto
más, aprovechando toda la riqueza que la caña puede ofrecer, y compartiendo
dicha riqueza de manera justa y equitativa con los productores de caña.
Imagina a los naranjeros, a los limoneros,
a los cafetaleros, en pocas palabras, imagina a Veracruz como el verdadero
granero de la nación. Imagina incluso
nuestros ríos limpios, con su agua aprovechable. Imagina a las ciudades y pueblos que hoy los
contaminan, con plantas de tratamiento de aguas negras, e incluso aprovechando
esas aguas negras para la fabricación de composta. Imagina a las industrias que hoy contaminan
porque los mexicanos muertos de hambre necesitan trabajos y no les importa que
les llenemos de mierda sus ríos y sus tierras. Imagina a esas empresas
trabajando con estándares de calidad similares a los que tienen en sus países
de origen, con transferencia de tecnología y con productividad y eficiencia,
sin contaminar y generando beneficios sociales a su comunidad.
Veracruz puede ser otro, si a alguien le
pudiera interesar, más allá de las campañas políticas, que por cierto, no he
escuchado que los candidatos le pongan atención a este tema.
México puede ser otro, si nos empeñamos y
si no fuéramos tan mexicanos. (De esos que no miran hacia el futuro, de esos
que no se ponen de acuerdo, de esos que no pueden trabajar juntos, de esos que
prefieren tranzar a trabajar). Por cierto hay muchos mexicanos de los
buenos. Sólo falta que nos unamos, por
el futuro de México.