LA UNIÓN DE ARTESANOS Y COMERCIANTES DE SOLEDAD ATZOMPA
CUMPLE 25 AÑOS EN DEFENSA DE SUS DERECHOS
Por José Alberto Flores Ortega.
Atzompa.- Aunque en el año de 1988, en la Ciudad de México, la Unión de Artesanos y Comerciantes de Soledad Atzompa, ya empezaban a defender sus derechos, no fue hasta 1992, cuando su organización, quedó legalmente constituida, con la finalidad de velar por los intereses de sus propios agremiados.
Por ofrecerles una mejor condición de vida a sus familias, mucho de los pobladores, salían a vender sus productos; principalmente a la Ciudad de México. Sin embargo, al ser un comercio informal, en muchas ocasiones, las autoridades, les decomisaban su mercancía y al no poder comprobar el origen de la misma, terminaban perdiéndola.
“Nuestros compañeros, hasta tenían miedo de seguir vendiendo sus muebles, al no saber defenderse de tantos atropellos. Sin embargo, hubo personas como Antonio Delgado, quien nos abrió los ojos y nos exhortó a no seguir siendo presa fácil de maltrato y la corrupción de las autoridades”, señaló el Presidente de la Unión Levi Romero Hernández.
Anteriormente, las autoridades municipales, indicó el entrevistado, sentían dueños de sus calles, banquetas, parques y mercados, dirigiéndose a nosotros con mucha prepotencia, tal vez por nuestra condición social o económica o la forma de vestir, hasta incluso expresarnos, pues nos catalogaban como personas de segunda clase.
“Con la llegada de un compañero artesano a la presidencia municipal, emanado de las filas del PRD, en 1992, la organización, empieza a tomar fuerza. En anteriores administraciones, en las cuales gobernaba el PRI, los alcaldes, escondían el poco recurso que les llegaba, argumentando que solo les alcanzaba para cubrir sus sueldos”.
Al llegar a la alcaldía, un presidente de una corriente política distinta, se dio a la tarea de convocar a todas las autoridades del pueblo, para hacerles entrega de un recurso de acuerdo a la proporción de habitantes y ellos, mediantes asambleas comunitarias, lo canalizaban a las obras de primera necesidad.
“Es ahí en donde nace la popular frase en Soledad Atzompa, mandamos obedeciendo, pues aquí, el alcalde, no tiene la autoridad para decidir sobre el uso de los recursos y la construcción de obras públicas. Por ello, se estableció un Consejo Municipal de Autoridades, para analizar las principales acciones a seguir por la administración”.
Gracias al esfuerzo de todos los integrantes, abundó Romero Hernández, ya somos reconocidos y respetados como una organización y el hecho de ser indígenas, no significa que no valemos. Algunos gobiernos, hasta nos señalaron de ser un grupo rebelde, pero solo defendemos las causas justas y no lucramos con nuestros movimientos.