El Baldón: AMLO
el titiritero
Por: José
Miguel Cobián
Cuando me refiero a AMLO,
me refiero a una marca registrada no exclusivamente al presidente. Me refiero al grupo que ha manejado la imagen
pública de un personaje que hoy es presidente de la república, al mismo grupo
que en lo único que ha mostrado eficiencia a lo largo de los dos años que lleva
en el poder, ha sido para jugar a la política.
El fracaso es manifiesto en todos los temas de gobierno, los asuntos se
acumulan, sin solucionar absolutamente nada, los conflictos crecen porque no
hay idea de cómo resolverlos.
Paradójicamente, quien es muy bueno para manipular ciudadanos, es
malísimo para atender conflictos sociales o para gobernar.
Dicho lo anterior, todo
el manejo de FRENAAA me ha llevado a reflexionar sobre lo que sucede en la
mente perversa del grupo AMLO, y digo perversa, porque quien maneja a su
adversario en política recibe el galardón de perverso, no es peyorativo.
AMLO solo sabe sacar
provecho político del conflicto. Por esa
razón, todos los días desde el púlpito mañanera busca adversarios y
enemigos. Mismos que por un excelente
mecanismo de comunicación se convierten en los adversarios y enemigos del
¨pueblo bueno¨, entendido como tal, el sector de la población que aplaude a
rabiar al presidente y a su marca
registrada, pase lo que pase.
El conflicto con Calderón
ya dio lo que podía dar, -aunque siempre habrá sorpresas-, entre otras cosas
porque no representa a un adversario del mismo nivel que AMLO, y por eso tuvo
que subirlo al ring, para que México Libre obtuviera las firmas necesarias, así, se tenía un adversario a modo. Hoy está en manos del tribunal si quien no
representa a más del 5% de los votos, podrá seguir siendo usado como distractor
y pretexto de todos los males pasados, presentes y futuros.
El avión ya se rifó, o no
se rifó, pero ya terminó su ciclo más importante. Todavía podrá ser señalado su lujo, desde las
lujosas salas del palacio que habita el actual crítico del lujo. Pero ya no da para mucho. Sin embargo, la mente de Epigmenio es
prolífica. Nuestro Gobbels tropical
siempre tendrá nuevas armas para enardecer a las masas, en contra de los
enemigos imaginarios creados exprofeso, claro, con la salvedad del ex
presidente Peña, ¨el intocable¨.
Ahora pasemos a
FRENAAA. Gilberto y los estrategas
detrás de él, han demostrado que su
filosofía es radical de derecha, con un gran talento, es el único que ha
ofrecido a un enorme sector de la población una visión de protesta con acciones
contra lo que ellos consideran malos actos de gobierno. Toda la estrategia de FRENAAA se ha basado
en exacerbar los actos de gobierno que
molestan a su clientela política, aprovechando e inculcando incluso miedos una
posible realidad, que hace dos años hubiera yo dicho que era imposible, y que
hoy debo reconocer que es probable.
Ante la falta de
liderazgos y opciones para canalizar el descontento de ese sector de la
sociedad, Gilberto ha sabido catalizar el descontento y liderarlo. Pone el ejemplo a los supuestos líderes
naturales, como serían quienes
presidente los partidos políticos, a quienes les ha faltado estatura en la
coyuntura que hoy vive el país. O
credibilidad, como es el caso de Dante Delgado, que es por mucho, infinitamente
más brillante que Marko Cortés, pero que por su larga trayectoria, ha dejado un
sendero lleno de cruces en su camino.
Dicho lo anterior,
analicemos lo que ha hecho AMLO para inflar y luego desinflar a sus
adversarios, hoy pensemos en FRENAAA.
Primero les da espacio en su homilía mañanera, y los señala. Es decir, les da carácter de oposición
nacional, (igual hizo con Calderón en otro momento). Luego parece recular ante algunas de las
protestas, que lo obligan a visitar únicamente los cuarteles militares y
retirarse sin su amado y acostumbrado baño de pueblo.
Entonces se presenta una
oportunidad de oro. Recuerda que en 2006
después de haber perdido de común acuerdo (lo digo, lo sostengo y lo viví), la
elección con Felipe de Jesús, tenía que guardar su imagen de opositor y al
mismo tiempo, calmar a las huestes que a su lado estaban dispuestos a derramar
sangre para defender su presunto triunfo, ese del cual jamás tuvo evidencias,
pues 22% de las casillas a nivel nacional no tuvieron representante de la
coalición por el bien de todos.
La solución fue una
lección de política de libro de texto.
Llevarse a los más aguerridos a tomar paseo de la reforma. Nadie aguanta un mes acampando, sin hacer
nada, salvo aventar huevazos a fotos de presuntos enemigos del amado
líder. Así, logra por un lado el
repudio de un sector de sus electores, (todos los afectados), y poco a poco sus
huestes se van debilitando, cada día hay deserciones de los acérrimos
militantes, has que un día hay que levantar el plantón, y todos tranquilos, sin
derramar sangre, se consuma el compromiso electoral.
A diferencia de hoy, en
esos tiempos, las casas de campaña eran de primera calidad, contra agua, había
comedores y chefs, se dormía en catres, e incluso había baños portátiles. Todo financiado desde el gobierno federal.
No digo que Genaro Lozano
esté de acuerdo con AMLO, lo que creo es que cayó en la trampa. Le niegan el acceso a la plancha del zócalo,
que es emblemática de las protestas de AMLO, y él en lugar de hacer el plantón
en las banquetas de la alameda central, decide tomar avenida Juárez. Así se repite la historia. Los capitalinos poco a poco comenzarán a
odiar a los que ocupan los espacios en la vía pública y vuelven más caótica su
ciudad. La gente que acompaña a Lozano
poco a poco se cansará de la incomodidad, y reducirá su presencia, y en pocas
semanas el movimiento quedará desarticulado y desprestigiado ante la opinión
pública. La misma que se opuso al
plantón en Reforma en 2006, se opondrá al plantón en Av. Juárez.
Lo mejor que puede hacer
el liderazgo de FRENAAA es levantar a la brevedad la protesta, en lugar de
envalentonarse y afirmar que no se van a mover hasta que AMLO renuncie, pues
esa será su tumba política e ideológica.
Si así lo hiciere, tendrá futuro como el partido de Le Pen en Francia,
si no lo hace, pasará al olvido, salvo que AMLO requiera de un enemigo y lo
reviva.
La lección para quienes
deseen liderar el descontento popular, es que hay que tomar acciones, ya que la
gente desea participar de un movimiento ¨que salve a México¨, pero las acciones
deben ser pensadas y planeadas con absoluta precisión, para evitar cometer los
errores que FRENAAA cometió al caer en la trampa de AMLO.
Mientras tanto, Ricardo
Anaya, con su olfato político bien puesto y sin cola que le pisen, puede darse
el lujo de regresar a la escena política, percibiendo una oportunidad de oro,
ante la ausencia de verdaderos liderazgos que asuman la dirección de ese México
que hoy está descontento con el gobierno actual.
Meade no tiene ese
privilegio por dos razones, una, porque no es un político, es un tecnócrata, y
la otra, que por haber formado parte del gobierno anterior, va en el paquete de
compromiso con Peña, ese de impunidad a cambio de no obstaculizar al gobierno
actual. Los videos de lado y lado son el
rehén ideal para mantener a raya cualquier intento de faltar al compromiso.
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