El Baldón: AMLO entre las patas de los caballos.
José Miguel Cobián Elías
Si
revisamos el contexto internacional, México realiza el 85% de su comercio
exterior con Estados Unidos, país que es de dónde se mandan miles de millones
de dólares de nuestros paisanos, y nuestro primer consumidor turístico. Compartimos más de tres mil kilómetros de
frontera común. Y tenemos un tratado de libre comercio que se va a revisar
periódicamente del cual se sostienen los pilares de la economía nacional. Por lo tanto, Estados Unidos es nuestro
principal socio comercial y como tal, debiera de ser uno de los países de mayor
interés para México, ya que la buena relación está directamente relacionada con
el bienestar de los mexicanos.
Países
como Cuba o Venezuela que se han peleado con Estados Unidos, han terminado en
manos de dictadorzuelos, a quienes costará sangre sacar del poder para regresar
a la normalidad democrática, y han causado empobrecimiento, sufrimiento, dolor
y muerte a sus poblaciones. México no
debe de seguir ese camino jamás. Sólo un
traidor a la patria podría buscar un futuro así para el país.
Estados
Unidos tiene dos adversarios principales
a nivel mundial. Por un lado, la Rusia de Putin que gobierna desde 1999, y por
el otro la China de Xi Jinping que llegó al poder en 2013. Hoy por hoy, las tensiones más importantes
entre las potencias se presentan con el gigante amarillo.
Las
señales que ha dado Estados Unidos respecto a China han sido muy claras. Protección militar irrestricta e
incondicional de sus aliados Taiwan, Japón y últimamente Australia. Con el país
de los canguros acaba de celebrar un acuerdo de venta de submarinos nucleares,
con el fin de frenar de alguna manera la expansión de China en todos los mares
cercanos. Llegó a crear un conflicto
diplomático con Francia, quien vendería submarinos más antiguos a Australia,
con el fin de proteger esa zona marítima.
El
conflicto con Huawei todavía está fresco en la memoria de los usuarios de
telefonía móvil. La prohibición de
exportar piezas de alta tecnología a China se ha aplicado de manera estricta.
El pleito para desarrollar e instalar la tecnología 5G para celulares en los
países aliados de Estados Unidos llegó a extremos radicales de exigencia
estricta para que China no entrara ni participara ni en el control ni la
instalación de dichas redes de comunicación.
Los
ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur y con Japón son otro ejemplo
claro del interés de Estados Unidos por mantener a China contenida en sus
deseos de expansión territorial en todos sus mares cercanos.
En
México se realiza la reunión de la CELAC, y se le da trato de héroes a dos
tiranos asesinos, como son Maduro de Venezuela y Díaz Canel de Cuba. Este hecho puede ser considerado como un
desplante para consumo interno en el país, debido a las críticas a la border
patrol mexicana y su violencia contra los migrantes en la frontera sur de
México. Una táctica muy usada en tiempos de gobierno priístas, en dónde se
apapachaba a Fidel Castro, pero se sometían a los designios de Washington.
Hoy
el discurso del presidente chino en la cumbre marca un antes y un después. Tal parece que el presidente mexicano piensa
que estar del lado de China es mejor para beneficiar a los mexicanos que estar
del lado de Estados Unidos. Si a eso
le añadimos la vergüenza que vivimos los mexicanos obligados a escuchar un
discurso de un dictador, en una fecha sagrada para el calendario cívico
nacional, y el mensaje añadido que se envía a la casa blanca con el apoyo a
Cuba, Nicaragua y Venezuela, todo parece indicar que AMLO está tomando partido
del lado equivocado, lo cual puede afectar y mucho a los mexicanos. A un
multimillonario que vive en un palacio virreinal, esos vaivenes no le afectan
personalmente.
Por
último, vemos a Biden en una situación complicada debido a la llegada de tantos
haitianos a su frontera en Texas. Todos
entendemos que ¨alguien¨ en el gobierno mexicano les otorgó algún documento que
les permitió cruzar el país en esas cantidades de personas y sin mayor
problema. Es decir, la crisis en el Sur
de Texas es una crisis generada a propósito por el gobierno mexicano para
debilitar a Biden.
Esto
hace suponer que AMLO no sólo no supera que su gran amigo Trump haya perdido la
elección, sino que sigue realizando trabajos para su cuate, con el fin de
debilitar a la administración actual americana. ¿Será una apuesta segura para México, tratar
de intervenir en la política americana, a favor de un desquiciado como lo es
Trump? La antipatía se notó desde que
AMLO se negaba a reconocer y felicitar a Biden como presidente electo. Y de ahí
para adelante, discursivamente en los continuos ataques contra el vecino del
norte, ataques que por cierto no vimos en la era Trump, donde todo era halagos
y sumisión.
Una
cosa es la simpatía ideológica o los anacronismos con los que pueda vivir AMLO,
y otra muy diferente es olvidar que su obligación es pensar en el bienestar de
los mexicanos, que requieren inversión, empleo, crecimiento económico,
seguridad, y apoyo del gobierno y el pueblo de Estados Unidos. Soberanía sí, siempre. Pelear al estilo Echeverría jamás, pues solo
trae sufrimiento y miseria para el pueblo.
Lo que menos conviene a México es alinearse con China en su conflicto
con Estados Unidos.
www.josecobian.blogspot.com elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex.