El Baldón: Seguridad Nacional
José Miguel Cobián
De acuerdo a la Estrategia Nacional
de Seguridad Pública y al Plan Nacional de Desarrollo el Gobierno
de México entiende a la Seguridad Nacional como… “La condición
indispensable para garantizar la integridad y la soberanía nacionales,
libres de amenazas al Estado, en busca de construir una paz duradera y
fructífera.” 18 feb 2020
Integridad y soberanía
nacionales, son las palabras clave para entender lo que significa seguridad
nacional. Mucho ojo, Integridad y soberanía nacionales.
Dicho lo anterior, el 21 de
noviembre pasado, el presidente de la República emitió un decreto en el cual
declara de interés público y seguridad nacional la realización de proyectos y
obras a cargo del gobierno de México asociados a infraestructura en
comunicaciones, telecomunicaciones, aduanero, fronterizo, hidráulicio, hídrico,
medio ambiente, turístico, salud, vías férreas, ferrocarriles, en tods sus
modalidades, energético, puertos, aeropuertos y aquéllos que, por su objeto,
caracteríticas, naturealeza, complejidad y magnitud se consideren prioritarios
y/o estratégicos para el desarrollo nacional.
Y ordena a todas las dependencias federales a otorgar autorización provisional
cuando se presente la petición, en un plazo máximo de 5 días hábiles. Entreguen
o no la autorización provisional, se considera que la entregaron por un período
de 12 meses.
Con éste decreto el
presidente manda una serie de señales a los pocos ciudadanos que hay en México,
y a una población de 130 millones de personas a quienes no les importan los
asuntos públicos.
El primer mensaje que manda
el presidente, es que porque él lo decide, todas las obras de su gobierno
estarán por encima de las leyes. No tendrán que cumplir ningún requisito a que
la ley los obligue, ya sea desde manifestación de impacto ambiental, hasta
consulta a pueblos originarios, respeto a la propiedad privada, etc. Es decir, con éste decreto, el presidente se
instala por encima de la ley. Violando
su protesta de respetar y hacer respetar a la Constitución Mexicana y las leyes
que de ella emanan.
Un segundo mensaje, es el
de combatir abiertamente la transparencia y rendición de cuentas. Al declarar
todas sus obras como asuntos de seguridad nacional, resulta que no va a
informar a los ciudadanos mexicanos de costos, licitaciones, contratos,
cumplimiento de normas, etc. Es decir,
abre el camino para que la corrupción que ya se ha descubierto en sus obras
principales, ahora quede oculta y ajena a los ojos de una población que
ingenuamente cree en el mensaje presidencial que afirma que se acabó la
corrupción en México.
Un tercer mensaje que emite
con este decreto, es que le duele y mucho que los reporteros como los de
LatinUs informen a la población mexicana de corrupción en su gobierno, en
particular corrupción de las fuerzas armadas.
Especialistas pusieron el grito en el cielo cuando se le asignaron al
ejército 266 tareas que no le corresponden, y en particular se avisó del riesgo
de corrupción al que se exponía al ejército al dejarle más de doscientos mil
millones de pesos del presupuesto en sus manos para ejecutar obras y mandatos
del presidente. LatinUs ya ha
demostrado públicamente que los pronósticos se cumplieron, y que los generales
están felices hinchandose de dinero por esa vía.
Un cuarto mensaje que envía
el presidente es el desprecio por las leyes y las instituciones. Hoy por hoy,
el pueblo sabio, el único que toma decisiones en el gobierno, quién decide si
algo es bueno o malo, quién está por encima de las leyes y decide si una ley se
aplica o no, es el presidente de la república.
Lo cual es gravísimo para los asuntos de la república. Se esté de
acuerdo o no con AMLO, la violación sistemática del estado de derecho en un
país con un endeble entramado legal como México es una invitación a generar
conflictos políticos y sociales mucho más graves que los que ya estamos viendo
en el país. Es un daño enorme a la república y al futuro de cada uno de
nosotros.
Un quinto mensaje es el que
indica claramente que los empleados con 90% de lealtad y 10% de conocimiento
que ha contratado el presidente con salarios bajos, salarios que no compiten
con los que se pagan a nivel mundial, ha generado una crisis de talento en el
gobierno federal. Su gente, los
colaboradores del presidente no saben cómo presentar un proyecto para que sea
aprobado conforme a las leyes vigentes, y por ello sus proyectos son rechazados
una y otra vez. Un gobierno de ineptos
ha convertido al ¨elefante reumático¨ del gobierno federal en un elefante de
piedra, que simplemente no se mueve.
El sexto y quizá el mas
triste que mensaje que manda el presidente, es que ya se rindió. En lugar de
convertir a la burocracia federal en un una burocracia moderna y eficiente,
rápida y eficaz, atenta a servir a la población con conocimiento y
capacidad. Ahora el presidente renuncia
a ello, admite sin mencionarlo, que no puede con la burocracia, con su propia
burocracia, no puede ni resolver los problemas, ni llevar a cabo las obras que
desea. Reconoce que está rodeado de incapaces e ineptos escogidos por él mismo
para apoyarlo a gobernar. Y en lugar de
convertir al gobierno en algo útil para México, prefiere la opacidad, la
obligación de aceptar y aprobar proyectos mal hechos, mal sustentados, que no
cumplen con las leyes vigentes. Obliga
a sus propios empleados a aprobar lo que está mal, aunque con ello perjudique a
los mexicanos, y lo hace a cambio de
ocultar la ineptitud de su gobierno y convencer a un pueblo ignorante
que tiene un mejor gobierno que los anteriores presidentes, aunque la realidad
indique en todas y cada una de las cifras y datos reales, que es al revés, que
su gobierno está resultando el peor de Salinas a la fecha.
Si al presidente no le gustan
las leyes vigentes que complican los procesos de construcción, debería enviar
una propuesta al congreso para modificarlas, en beneficio de todos los
mexicanos, en lugar de seguir aplicando la ley del embudo, simplificando las
cosas para el gobierno (la parte ancha del embudo), y continuar con las
complicaciones para la población mexicana (la parte angosta del embudo).
Siendo un acto autoritario
y violatorio de todas las leyes mexicanas. Es un acto también premonitorio de
lo que puede continuar sucediendo en México si permitimos que el presidente
tome todas las decisiones, sin ninguna asesoría ni contrapeso legal. Los contrapesos surgieron para controlar a
los monarcas sexenales y evitar sus grandes errores. No solo los de AMLO hoy,
sino los de quienes le sucedan.
El gobernante debe ser
vigilado y controlado, y de no hacerlo, corremos el riesgo de una dictadura,
que beneficie a pocos y perjudique a las mayorías de mexicanos.
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