MENTES
TORMENTOSAS
Ing. Fernando Padilla Farfán
La Salud Mental, de acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud, es considerada como uno de los males que más preocupan en la actualidad.
La
OMS reconoce que las depresiones tienen como causa principal los problemas
mentales, muy comunes en estos tiempos. En la antigüedad, a estos padecimientos
se les asociaba con algunos mitos. Se decía que quienes tenían este tipo de
padecimientos podían resolverlos tan solo con un poco de voluntad.
Los
expertos dicen que la salud mental es el resultado de factores genéticos y
ambientales con alto grado de complejidad. El tratamiento requiere la
intervención de equipos de expertos con intervenciones conductuales.
Si
bien es cierto que actualmente se les da más atención a las enfermedades
mentales, aún falta mucho por hacer para combatir el problema de una forma más
integral. Es evidente que la atención está puesta en las enfermedades del
cuerpo o físicas. Antes se les asociaba con lo paranormal.
Hasta
no hace muchos años, a los que tenían problemas mentales no se les daba ningún
tratamiento por que se aseguraba que no tenían cura.
Llegó
a especularse que las enfermedades mentales eran un estado de locura que se
apartaba del cuerpo, de lo físico; por lo tanto, no había tratamiento que las
curara.
Investigaciones
recientes, han determinado que los padecimientos mentales nada tienen que ver
con la flojera o debilidad. Abordan la posibilidad que sea un problema
hereditario; que puede pasar de padres a hijos por medio de los genes. También
puede obedecer a fuertes cargas de estrés o cuestiones emocionales. Incluso,
alguna lesión en la cabeza o cerebral. Problemas con sustancias químicas o
drogas o un desequilibrio de mensajeros químicos del cerebro.
Cuando
hay un desequilibrio de mensajeros químicos en el cerebro, las neuronas pueden
tener problemas para pasar mensajes entre ellas. El mensajero químico más común
es el glutamato, que aumenta la posibilidad que se forme un impulso con otras
neuronas.
Las
personas con trastornos como autismo, esquizofrenia u obsesivos compulsivos;
pueden tener problemas para fabricar o utilizar el glutamato.
La
serotonina es el otro mensajero químico que ayuda a controlar el humor, el
hambre y el sueño.
Las
personas con depresión a menudo no tienen suficiente serotonina; y si la
generan, es en niveles bajos. Igualmente les altera el apetito; conocida como
hambre emocional que provoca antojos sobre todo de dulces.
Por
otro lado, el exceso de serotonina también puede producir ansiedad o
irritabilidad.
El
ultimo mensajero químico es la dopamina. Ayuda a controlar el movimiento y está
involucrado con los sentimientos de placer y adicción.
Los
bajos niveles de dopamina o problemas con la capacidad del cerebro para
utilizarla, pueden estar vinculados con la esquizofrenia, el trastorno por
déficit de atención, hiperactividad y otros más.