ANIMALIA
ANJANA
ANJANA
POR: MARICARMEN GARCÍA ELÍAS
En la mitología cantábrica, la Anjana es una hermosísima ninfa de medio metro de estatura, ojos rasgados, pupilas negras o azules y brillantes como luceros, y mirada serena y amorosa. Tiene unas largas trenzas de color azabache u oro adornadas con lacitos y cintas de seda multicolores... y se ciñe a la cabeza una hermosa corona de flores silvestres. Su piel es blanquísima y siempre lleva una cruz encarnada... su voz es de ruiseñor y tiene unas alas prácticamente imperceptibles, casi transparentes, que la hacen parecer una mariposa...
Normalmente viste una blanca túnica larga de lana fina con pintas relucientes como estrellas y una larga capa azul con pespuntes rojos y dorados... En invierno... la capa es negra... Lleve una vara verde de mimbre o de espino con una estrella en la punta que brilla cada día de la semana con una luz distinta y una botellita con un brebaje milagroso para reanimar a los enfermos. Vive en grutas recónditas que son verdaderos palacios de suelo de oro y paredes de plata escondidas en fuentes y manantiales. Vive cuatro siglos y puede transformarse en lo que desee y hacerse invisible. La principal ocupación de La Anjana es premiar a la gente que hace el bien, que es generosa... Bendice las aguas, los árboles y el ganado... ayuda a los pobres, a los que sufren, a los que se extravían en el bosque.
Y tal pareciera que la generosidad de una Anjana se aplica a una chimpancé que lleva este nombre, Anjana vive en un parque temático en Florida y tomó a dos tigres cachorros como hijos adoptivos cuando el huracán Hannah separó dos tigres blancos de su mamá. Según los cuidadores, Anjana se encarga de alimentarlos, limpiarlos, jugar con ellos, hacerles caricias y hasta de ponerles el dedo como chupón cuando lloran como si fueran sus propios bebés.
Otro caso ocurrió en 2003, en Warwickshire (Inglaterra), donde una pareja de policías descubrió encerrada dentro en una caseta de jardín a un ejemplar hembra de galgo en un terrible estado de abandono y maltrato. La llevaron a un cercano santuario de animales salvajes donde la cuidaron y atendieron para recuperar su salud y su confianza en los seres humanos; bautizándola como Jazmín.
Cuando ya estaba recuperada y lista para ser entregada en adopción, los responsables del santuario comprobaron sorprendidos como la galga siempre “daba la bienvenida” a todos los animales que llegaban allí, sea cual fuera la especie. Jazmín siempre se acercaba a la caja o a la jaula y, siempre que podía, daba lengüetazos al animal recién llegado. Pasando, a continuación, a cuidarlos como si fueran sus propios cachorros.
Hasta la fecha, Jazmín ha cuidado a cinco zorros, cuatro tejones, quince pollos, ocho cobayas, dos perros, quince conejos; y a Bambi, la última recién llegada al santuario. Bambi es una cervatilla que se ha convertido en compañera inseparable de Jazmín, que permanecerá allí hasta que tenga el tamaño suficiente para valerse por sí misma en el exterior.
Hay muchos casos más pero entre ellos destaca uno en el que aunque muchas personas no estemos de acuerdo, en el fondo se muestra el amor animal. En Tailandia hay un zoológico de tigres, pero para que la presa y el predador se acostumbren el uno al otro, intercambiaron los cachorros de una cerdita con los de una tigresa, consiguiendo así hacer “más dóciles” a los tigres, dijeron los encargados.
Pero la principal estrategia es el hecho que miles de turistas visiten el zoo con mayor frecuencia, que se encuentra a unos 80 km al este de Bangkok. En una de las habitaciones, una cerda de dos años llamada Ple deja a los cachorros de tigre mamar junto a sus cerditos. En la habitación de al lado, la madre de los cachorros mima a seis cerditos. Ambas madres cuidan de sus pequeños y nunca los han rechazado cuando tienen hambre. El zoo ha criado con éxito al menos a unos 50 cachorros de tigre al año y hoy en día alberga a más de 400 tigres de Bengala. En Tailandia, los tigres libres están protegidos y no pueden pertenecer a nadie sin permiso oficial.
Estas historias demuestran que los animales también tienen valores como el respeto, el amor y la solidaridad, valores que incluso muchos animales humanos no tienen. Aún así hay gente que come cerdos, caza tigres, sube perros a sus azoteas, y encierra chimpancés en circos, cometiendo verdaderos crímenes en contra de estos seres maravillosos que cada día nos enseñan algo nuevo pero sobre todo algo que nos puede hacer mejores personas.
gaem80@gmail.com
Normalmente viste una blanca túnica larga de lana fina con pintas relucientes como estrellas y una larga capa azul con pespuntes rojos y dorados... En invierno... la capa es negra... Lleve una vara verde de mimbre o de espino con una estrella en la punta que brilla cada día de la semana con una luz distinta y una botellita con un brebaje milagroso para reanimar a los enfermos. Vive en grutas recónditas que son verdaderos palacios de suelo de oro y paredes de plata escondidas en fuentes y manantiales. Vive cuatro siglos y puede transformarse en lo que desee y hacerse invisible. La principal ocupación de La Anjana es premiar a la gente que hace el bien, que es generosa... Bendice las aguas, los árboles y el ganado... ayuda a los pobres, a los que sufren, a los que se extravían en el bosque.
Y tal pareciera que la generosidad de una Anjana se aplica a una chimpancé que lleva este nombre, Anjana vive en un parque temático en Florida y tomó a dos tigres cachorros como hijos adoptivos cuando el huracán Hannah separó dos tigres blancos de su mamá. Según los cuidadores, Anjana se encarga de alimentarlos, limpiarlos, jugar con ellos, hacerles caricias y hasta de ponerles el dedo como chupón cuando lloran como si fueran sus propios bebés.
Otro caso ocurrió en 2003, en Warwickshire (Inglaterra), donde una pareja de policías descubrió encerrada dentro en una caseta de jardín a un ejemplar hembra de galgo en un terrible estado de abandono y maltrato. La llevaron a un cercano santuario de animales salvajes donde la cuidaron y atendieron para recuperar su salud y su confianza en los seres humanos; bautizándola como Jazmín.
Cuando ya estaba recuperada y lista para ser entregada en adopción, los responsables del santuario comprobaron sorprendidos como la galga siempre “daba la bienvenida” a todos los animales que llegaban allí, sea cual fuera la especie. Jazmín siempre se acercaba a la caja o a la jaula y, siempre que podía, daba lengüetazos al animal recién llegado. Pasando, a continuación, a cuidarlos como si fueran sus propios cachorros.
Hasta la fecha, Jazmín ha cuidado a cinco zorros, cuatro tejones, quince pollos, ocho cobayas, dos perros, quince conejos; y a Bambi, la última recién llegada al santuario. Bambi es una cervatilla que se ha convertido en compañera inseparable de Jazmín, que permanecerá allí hasta que tenga el tamaño suficiente para valerse por sí misma en el exterior.
Hay muchos casos más pero entre ellos destaca uno en el que aunque muchas personas no estemos de acuerdo, en el fondo se muestra el amor animal. En Tailandia hay un zoológico de tigres, pero para que la presa y el predador se acostumbren el uno al otro, intercambiaron los cachorros de una cerdita con los de una tigresa, consiguiendo así hacer “más dóciles” a los tigres, dijeron los encargados.
Pero la principal estrategia es el hecho que miles de turistas visiten el zoo con mayor frecuencia, que se encuentra a unos 80 km al este de Bangkok. En una de las habitaciones, una cerda de dos años llamada Ple deja a los cachorros de tigre mamar junto a sus cerditos. En la habitación de al lado, la madre de los cachorros mima a seis cerditos. Ambas madres cuidan de sus pequeños y nunca los han rechazado cuando tienen hambre. El zoo ha criado con éxito al menos a unos 50 cachorros de tigre al año y hoy en día alberga a más de 400 tigres de Bengala. En Tailandia, los tigres libres están protegidos y no pueden pertenecer a nadie sin permiso oficial.
Estas historias demuestran que los animales también tienen valores como el respeto, el amor y la solidaridad, valores que incluso muchos animales humanos no tienen. Aún así hay gente que come cerdos, caza tigres, sube perros a sus azoteas, y encierra chimpancés en circos, cometiendo verdaderos crímenes en contra de estos seres maravillosos que cada día nos enseñan algo nuevo pero sobre todo algo que nos puede hacer mejores personas.
gaem80@gmail.com