LA COLUMNA DE COBIAN
Ejercicio de Transparencia
Por José Miguel Cobián
Reuniones van y vienen y de repente vemos que hay mayor información, mayor interés de los funcionarios, en particular los de elección se están preocupando más por atender a sus electores, en algunos casos a los grupos de opinión y en otros a todo el estado.
Juan Bueno Torio asiste a cualquier reunión con ciudadanos a la que se le invite, y habla con absoluta sinceridad sobre los temas que se toquen, incluso del funcionamiento más allá de lo visible del Senado de la República, y algunas anécdotas sabrosas que mantienen el interés en la plática. Gely Sahagún incluso invita a funcionarios de CAPUFE a explicar sus obras y procesos. Alfredo Tress hace un road show estatal cada vez que tiene oportunidad y aprovecha todos los foros para informar y entregar información a la que normalmente no estamos acostumbrados. Javier Duarte mantiene informado a todo el estado sobre las actividades legislativas y en particular sobre los planes y proyectos del PRI para modificar algunas estructuras básicas del edificio jurídico y de gobierno del país.
Estamos en una época inédita. En lo personal agradezco la información que nuestros representantes nos entregan, pues están haciendo cultura democrática en un pueblo acostumbrado a que los gobernantes hagan lo que quieran, guarden las formas y cumplan su voluntad, mientras que jamás ha sido tomado en cuenta el ciudadano.
Las reuniones cara a cara tienen la ventaja de que los ciudadanos pueden expresar su opinión directamente y esto conlleva a que los legisladores tengan una percepción directa de lo que desean sus votantes. La información masiva crea una cultura política en un pueblo apolítico, y genera una obligación para el resto de los diputados y senadores, de informar no sólo de lo que se ha hecho sino de lo que se planea hacer, con el fin de que los grupos de interés en el tema intervengan en la elaboración de la ley o de la política pública que pudiera afectarlos directamente.
El propio gobernador del Estado, Fidel Herrera Beltrán ha sido sensible a los deseos de los veracruzanos y a la tradición de vanguardia que ha ocupado Veracruz en el concierto de la Federación, como uno de los estados liberales más avanzados en su norma jurídica. El último ejemplo fue el asunto de la modificación de la Constitución del Estado en relación al asunto del aborto, que si bien a la mayoría de la población no le resultó interesante el asunto, sí hubo grupos específicos muy decididos en defender uno y otro sentido de la posible reforma. Así, Fidel Herrera enmienda la plana a un congreso local que no analizó a fondo la reforma y no escuchó a todos los grupos de interés en el asunto, en especial a las mujeres veracruzanas.
Se puede afirmar cínicamente que quienes están interesados en el contacto con sus votantes son aquéllos que tuvieran algún interés en un próximo puesto público. Sin embargo en acción nacional se observan excepciones claras a esta regla, pues ni Miguel Ángel Yúnez ni Gerardo Buganza sostienen reuniones públicas, sino que su trabajo político en un caso es sólo en medios de comunicación y en el otro, es en reuniones privadas.
Fidel Herrera Beltrán no está buscando otro puesto político, salvo la posible candidatura de su partido a la presidencia de la República, sin embargo su trabajo es continuo y permanente con los veracruzanos. El contacto es y ha sido una constante en todo su gobierno. Y ni modo de pensar que hace cuatro años ya estaba aspirando a la presidencia. Tal parece que la información y la cercanía con grupos de interés de la sociedad civil serán cada vez más una constante entre los funcionarios de elección popular, y eso es uno de los pocos avances que ha tenido la señora democracia en México. El segundo paso sería que hubiera la suficiente sensibilidad para que el ciudadano adquiera la importancia que merece, más allá de ser un únicamente un número, o un posible voto, pero para ello hace falta que su mentalidad cambie y deje de considerarse a sí mismo como un valor menor, para reconocer su justo valor, y exigir lo justo pero a su vez cumplir justamente con sus obligaciones de ciudadano.
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