Ya pegó a maestros
y adultos mayores en la sierra
Por
Domingo Simón Ortega
Texhuacan,
Ver. Dic-13-2012.- Ante la falta de estrategias sanitarias, el brote de Hepatitis “A” ya
afectó a trabajadores de la educación en escuelas de Atzingo de esta localidad
y de Cuautlajapan en Zongolica además de adultos mayores quienes ya presentan
síntomas de esa enfermedad.
Uno
de los afectados, el maestro Julio César Sánchez Cervantes imparte clases en la
escuela primaria indígena “Leandro Valle” de Atzingo y el otro, Marco Polo
Maldonado Quiahua, que brinda enseñanza en la primaria rural de Cuautlajapan,
perteneciente al municipio de Zongolica.
Ambos
profesores que pertenecen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) enviaron un escrito a su dirigencia estatal para que intervengan ante
este problema de salud que afecta a más de 138 habitantes de comunidades
indígenas de los municipios de Texhuacan, Mixtla de Altamirano y Zongolica.
Advirtieron
que no se presentarán a los planteles educativos en tanto las autoridades de
Salud no controlen este brote que ya está causando serios problemas entre la
comunidad estudiantil y ahora, por vez primera, entre los maestros y adultos
mayores de los poblados afectados.
Miguel
Guerra Xochicale, dirigente regional de la CROC independiente en Zongolica,
afirmó que los trabajadores de la educación han hablado con los padres de
familia debido a que la Hepatitis está creciendo de manera preocupante, ya que
a los niños y jóvenes les piden que se laven las manos cuando ellos no tienen
líquido en sus comunidades y el agua que ingieren es de dudosa calidad, pues es
tomada de algunos arroyos.
Precisó
que en la escuela “Leandro Valle” en Atzingo, los desayunos calientes fueron
suspendidos a petición de los doctores de la clínica del Salud de IMSS, para
evitar que haya más contagios de esa enfermedad, sin embargo, el problema
persiste debido a que se carece drenajes, sanitarios y de infraestructura de
agua potable.
Hizo un llamado a las autoridades de Salud para
que se pongan las pilas, ya que está comprobado que las estrategias
implementadas por la Jurisdicción Sanitaria de Orizaba, simplemente han
fracasado en su intento por controlar esa enfermedad.




