El
Baldón. Querida Señora Constitución:
Por:
José Miguel Cobián
No sé como dirigirme a
usted. Considero que es una dama que hoy cumple cien años de haber nacido.
También la veo muy parchada, ( en el buen sentido ), pues le han quitado y
puesto lo que a cada presidente de la República le ha convenido. Incluso la veo medio falsa, porque está muy
maquillada, le han hecho una enorme cantidad de cirugías, al grado que ya no se
parece en nada a aquello que parieron los constituyentes en 1917, dirigidos y
controlados en aquél entonces por los vencedores disidentes del poder en turno.
Me gustaría contarle que
a pesar de que usted nació para combatir las injusticias, México ha cambiado
muy poco respecto de la época en que usted nació. En aquél entonces había
tiendas de raya, hoy el país es una gran tienda de raya. Los hacendados
cobraban caro lo que le vendían a la plebe y le pagaban muy poco… pues que
cree… lo mismo pasa ahora. Los herederos de los hacendados de aquélla época, de
los religiosos, los líderes militares y políticos, hoy siguen haciendo lo
mismo, siguen siendo los dueños y usufructuarios de la riqueza del país, y de
la explotación de aquéllos que sólo tenemos la mano de obra para vender y
trabajar.
Usted surgió como una
medida para fortalecer la soberanía nacional. Pues que cree. Hoy somos igual de dependientes que hace cien
años. México ha destruido su capacidad
de investigación y desarrollo en todas las materias, pero especialmente en la
petrolera y la agrícola. Así, tenemos
que invitar a compañías extranjeras a que saquen nuestro petróleo, porque no
sabemos como hacerlo, y tenemos que comprar nuestros alimentos al extranjero,
porque por política nacional se prefirió subsidiar a trabajadores extranjeros
que a mexicanos. Pero además, llevamos
casi 80 años con la idea de que el petróleo es
nuestro, y siempre ha beneficiado a unos cuantos, proveedores,
compradores, sindicato, empleados de confianza y poderosos en turno. Así, que esa supuesta soberanía nacional es
una gran utopía.
A usted la crearon con
ideas liberales, que estaban de moda en la época, sin embargo la corriente
conservadora sigue tan fuerte como siempre y México igual de dividido como en
aquéllos entonces… Pero no por ideas, ni por ideales… por puros intereses. En este país no hay derechas, ni izquierdas,
ni centro, lo único que hay son intereses de grupo y de casta. Me refiero a la casta, porque cuando se trata
de proteger los intereses de los sectores poderosos, todos se unen sin importar
sus supuestas diferencias ideológicas.
Te acuerdas que entre
tus ideales estaba la igualdad entre todos los mexicanos. Pues se quedó en ideales. Sigue existiendo una enorme discriminación de
todo tipo… Del pobre al rico, del rico al pobre, del citadino al del pueblo y
viceversa, del moreno al güero y del güero al moreno, del estudiado al
ignorante y viceversa, en general todas las minorías sufren abusos y
discriminación. Es decir, en México se
discrimina en razón de raza, credo, nacionalidad, clase social, preferencia
sexual, etc. ¡Cien años de letra muerta!
Que crees, según tú, el
país sería de leyes y habría justicia para todos. Pues ahí también te equivocaste, el país es
el paraíso de la impunidad y de su hija predilecta la corrupción. Suceden a ojos de todos, delante de todo el
mundo y a nadie de tus hijos (los mexicanos) parece importarle un comino. Hay auto gobierno en los penales. Los
directores trafican con permisos para autorizar todo lo prohibido y se llevan
millones de pesos al mes. Hay corrupción en los puertos y las aduanas, sale y
entra lo que el que pague decide. Hay tráfico de seres humanos, lo mismo en
Tlaxcala que en la frontera Sur o en la Norte.
Y eso de Justicia pronta y expedita, suena a ciencia ficción. Te cuento que los ministerios públicos se
corrompen (llámense como se llamen según el estado), los jueces igual. No puede haber justicia cuando no ha
capacidad de investigación de delitos, y por lo tanto no existe la real
procuración de justicia. Y de la aplicación ni se diga. Medio se aplica cuando se trata de dos partes
que son nadie, pero cuidado e intervenga un poderoso, allí si, de inmediato la
balanza de la justicia se inclina.
Tu proponías que todos
los mexicanos fueran libres. Incluso estableces garantías individuales, entre
las cuales supongo que está la libertad de tránsito. Pues te equivocas, hay muchos lugares, en las
distintas sierras del país, dónde los mexicanos no podemos circular
libremente. Es más, ni en las
principales autopistas del país, pues tanto crimen y violencia nos han quitado
hasta el gusto por los viajes por carretera, y ahora que la gasolina ha subido
tanto y por ende el transporte, es más difícil aún vivir esa libertad, sobre
todo cuando los salarios y los ingresos de los mexicanos no suben en paralelo,
pero eso sí, siempre nos toma el pelo la autoridad y compara los precios en
México, con los de nuestros principales socios comerciales, pero jamás comparan
los salarios… De eso no quieren hablar nunca… Generando una nueva especie de
esclavitud, mejor manejada y más discreta, pero esclavitud al fin. Hoy los grilletes se conocen como deudas a
tarjetas de crédito departamentales, o necesidad de llevar algo de comer a la
familia.
Tu dices que cada
mexicano tiene el derecho a defenderse a sí mismo. Pues eso tampoco existe actualmente. A nuestros dirigentes, a la clase gobernante
le dio un día miedo el que los mexicanos pudiéramos estar armados para
defendernos –de un mal gobierno-, y decidieron que sólo los maleantes pudieran
andar armados en la calle, convirtiendo al resto de la población en manada de
rumiantes, presa de los lobos que nos acechan en cada esquina.
Por cierto, ¿Sabes
quien viola todos los días los derechos humanos de millones de mexicanos? La propia autoridad (claro es la que más
derechos humanos puede violar, ya lo sé), pero en este país no se toman medidas
para evitar las violaciones a los derechos humanos… Son otra de las cosas que a
nadie le importa. Así además de los
terribles abusos de autoridad y de la autoridad, todavía tenemos que soportar
la indiferencia y/o ignorancia de nuestros compatriotas, que opinan por opinar
de todos los temas, pero no se informan de ninguno y dejan de exigir en los
asuntos más importantes, como es el caso de los derechos humanos.
Por cierto, te cuento
que ahora tenemos una amenaza del exterior. Nuestros amigos del norte de la frontera, ya
no lo son tanto. Muchos guardias
fronterizos y agentes de migración, comenzaron a abusar, y a demostrar su
racismo en contra de connacionales que viajan al otro lado. A su presidente se le ha ocurrido gastar miles
de millones de dólares en construir un muro, que se puede pasar por arriba y
por debajo. Además de ofender cada vez
que puede a nuestro pueblo y a nuestro gobierno. Lo más grave, es que quien nos gobierna no
ha demostrado estar preparado para lidiar con alguien como ese señor y sus
ideas. Tan fácil que sería aliarse con
sus opositores y enfrentarlo en todos los ángulos posibles, para que esté tan
ocupado defendiendo sus ideas, que tenga tiempo de llevarlas a cabo. Ni modo, estamos en una época ávida de
estadistas que no se encuentran por ningún lado.
Mi querida señora, ya
con esta me despido, no quiero importunarla más, no se le vaya a caer algún
implante de los nuevos o de los viejos, o le vaya a dar un aire y se quede
estática. O peor aún, a costa de tantas
violaciones, ya ni cuenta se da cuando la siguen violando, y eso es normal,
porque eso, tampoco le importa a los mexicanos.
Espero que llegue usted al 2019 cuando menos, con la esperanza de
que en el próximo gobierno haya el talento suficiente como para convocar a un
nuevo congreso constituyente para hacer a su sucesora, porque usted, a fuerza
de modificaciones, adiciones y parches, ya la dejaron irreconocible y sin la
capacidad de cumplir con sus objetivos.
Sólo que si no hay patriotas disponibles, que realmente cumplan su
función, lo único a lo que podremos aspirar, sería a una mala copia de alguna
buena constitución, o a una nueva ley fundamental que no cumpla con las
necesidades de México en el siglo XXI.