En su “FINA” asamblea...
VERDADEROS ESCANDALOSOS RESULTARON LOS DE MORENA EN ORIZABA.
De la Redacción:
Orizaba; Ver. 09/02/18.- La regidora de
Morena en Orizaba Rocío Sosa Luna hace grilla mientras descuida su obligación laboral
por la cual fue contratada por la ciudadanía al favorecerle mediante el voto su
acomodo en el cabildo del Pueblo Mágico; ayer jueves en la colonia Barrio Nuevo
en el salón Jardín, se realizó asamblea de elección de 10 de sus militantes
entre ellos 5 mujeres y 5 hombres para el proceso de insaculación donde serán elegidos
los representantes a las candidaturas a diputaciones locales del distrito 20,
se dio en medio de una orgia de gritos y reclamos entre simpatizantes del
Movimiento de Regeneración Nacional.
Esta regidora, que en los
cabildeos se ha vuelto un verdadero dolor de Huevjjnitales, pues va en contra de todo, pero no aporta nada… - Habría que invocarle
su postura al benemérito alcalde de Orizaba; Igor Rojí López; si aplicara el
descuento a su quincena, “o” si hay suspensión por tantas y cuantas faltas; si habrá
de hacérsele un proceso administrativo, político, legal, ETC, ETC, ETC… por
faltista, por el abandono de su trabajo, de sus funciones como servidora pública,
por andar metida en escándalos siendo funcionaria municipal.
Al igual que ella, está el
regidor de Ixtaczoquitlán encargado de la comisión del agua, Adrián Castillo Rojas,
a quien le gusta hacer puros desfiguros, otro que abandona sus obligaciones y
deja sin agua a vecinos de la colonia Morelos, para darse el lujo de estar en
el verdadero arguende, como este que se armó en las elecciones internas de su
partido Morena, quien fue motivo de detracción en un programa de la radio
local, donde casi todos los presentes participaron de la malograda reunión, he
hicieron un “Verdadero Desmadre
la Asamblea de MORENA” en Orizaba; convocada por el diputado Rogelio
Rodríguez; otro quien es fuente de lira para dedicarle una editorial…
Esta ocasión queda claro que se
desabrocharon la decencia, la desparramaron a gritos y empujones, gritándose de
todo, saliendo a relucir el cobre, dejando en claro que no todos los presentes
lo hicieron, pero si hubo un importante número de contribuyentes al zafarrancho
que se armó dentro del cogollo del apiñamiento moreno, donde más que un
partido, parecían integrantes de una tribu de caníbales peleándose el hueso.