El
Baldón: Hablemos de petróleo
Por:
José Miguel Cobián
Dice un viejo adagio ¨La ignorancia es atrevida¨. Hoy leo en todos lados diversas opiniones
respecto de la propuesta para construir al menos dos refinerías en México, para
satisfacer la demanda interna de gasolina.
A esos que escriben que es un esfuerzo inútil, me gustaría
proporcionarles alguna información para que puedan consultar y salir de esa
ignorancia profunda en la que se ubican.
Texas tiene el día de hoy cuarenta y siete refinerías. A pesar de
ello, están construyendo dos más en la zona de Kingsville, debido a que quieren
estar preparados para el boom de producción petrolera que tendrá México y poder
atender la demanda de refinación que de ella se va a derivar. Si no fuera negocio, los texanos no estarían
en el proceso de construcción.
Las refinerías mexicanas tuvieron su última actualización por allá
de los años ochenta del siglo pasado. Es
decir, si bien nos va, traen tecnología de hace cuarenta años, y para una
mezcla mexicana que no es la actual.
Lo primero que propone Rocío Nahle y tiene razón, es poner a punto las
refinerías existentes. Invertir en ellas y traerlas al siglo XXI, con
tecnología que permita procesar la mezcla actual de crudos mexicanos que tiene
hacia lo pesado.
Es verdad que hoy la producción petrolera nacional está de capa caída, por encima de un millón
seiscientos mil barriles diarios. Sólo que hay que considerar que las empresas
que ganaron las primeras rondas, ya están a punto de terminar la etapa de
prospección para pasar a la de producción, lo cual implica que en el corto
plazo volveremos a disponer de cuando menos dos millones de barriles diarios de
crudo..
Es cierto que una refinería de esas que todos se imaginan tarda en
construirse varios años, más de los tres años que ha mencionado el presidente
electo para comenzar a producir las gasolinas que consume México. Sin embargo, hoy existe otro tipo de
tecnología para refinar los aceites, mediante refinerías modulares, las cuales
se pueden comprar o arrendar, de tal manera que
cuando aumenta la producción de crudos para refinar se adquiere o
arrienda un nuevo módulo, y cuando ésta disminuye entonces en el caso del
módulos arrendados, simplemente se cancela el arrendamiento del equipo
innecesario.
Con todo lo anterior, espero que quede claro que lo que se ha
propuesto hasta la fecha respecto de la reducción o eliminación de importación
de gasolinas es un hecho. Ahora viene
la segunda parte, los lugares dónde se van a instalar.
La ventaja de las refinerías modulares, es que son pequeñas para
pequeños volúmenes de producción y su instalación es relativamente más rápida y
fácil, para poder comenzar a producir derivados en un tiempo mucho más corto.
En mi opinión en lugar de las dos refinerías que ha propuesto la
próxima secretaria de energía, debería de considerar la posibilidad de
construir una en la zona de Tuxpan, pues hoy allí se descarga la mayoría de la
gasolina y ya existe toda la infraestructura de distribución y ductos para
llevarla al centro y norte del país.
Así que con un análisis adecuado, se puede instalar una refinería allí,
que surta las necesidades a corto y mediano plazo de esa zona del país,
considerando la producción de las refinerías ya existentes y su posibilidad de
distribución.
La otra área que yo pondría a consideración para instalar otra
refinería seria la zona de Coatzacoalcos, por el hecho de que la mayoría de los
yacimientos en el golfo, que no están en la zona de Tamaulipas-Texas, tienen
como punto más cercano en tierra precisamente Coatzacoalcos, que a su vez, ya
tiene un complejo petroquímico de cierto nivel y sobre todo, cuenta con una
zona económica especial, que puede resultar muy atractiva para un mayor
desarrollo de la industria petroquímica nacional.
Se entiende la intención de apoyar a Tabasco, que a partir del
declive petrolero ha sufrido mucho, pero en esa zona también se puede instalar
una refinería pequeña que permita una mejor logística del transporte del
petróleo de la región, mientras que en Campeche se atendería otra con la
posibilidad de atender los pocos pozos que quedan en esa zona.
Es decir, en lugar de dos de cierto tamaño, construir cuatro
refinerías modulares, más pequeñas cada una, pero aprovechando las ventajas de
Tuxpan y sus instalaciones para distribución de gasolinas con ductos para medio
México. Coatzacoalcos por su cercanía a
los bloques en el golfo de México y su zona económica especial, Campeche y
Tabasco, por las razones ya conocidas.
En todos los casos, la oferta de Andrés Manuel es viable con
muchas posibilidades de éxito, con la ventaja de que al ser socio Pemex de la
refinería de Deer Park, los excedentes se podrían enviar allá con el fin de
refinarlos y colocarlos ya sea en el mercado nacional americano o en el mercado
internacional, generando a su vez ingresos adicionales para el país.
Espero que esto ayude a disipar dudas y permita entender el
proyecto del próximo gobierno de México en materia de sustitución de
importaciones de gasolinas.