Por Alberto Tepetzi
Tlilapan, Ver. 01/03/19. - Durante el tributo que se realiza cada primer viernes de marzo a la madre tierra, habitantes de este municipio pidieron perdón por los daños ocasionados al medio ambiente y, en la ceremonia del Xochitlallis que se realizó en la “Cueva del Diablo”, se realizó una ofrenda con los alimentos y bebidas tradicionales de la región.
Este ritual inició al filo del mediodía, cuando un grupo de danzantes bailaron al ritmo de la música tradicional y en espera de las autoridades que presidirían esta ceremonia.
Con la canasta de frutos, flores y bebidas, la columna humana caminó hasta la montaña, hasta la entrada a la Cueva del Diablo, donde Zenen Rosete y su auxiliar Gabriela Citlahua, empezaron el tributo a la madre tierra.
Dentro de la gruta, se destinó un lugar específico, para que los responsables de la ceremonia depositaran en la tierra los productos que alimentan a la población y que nacen del suelo.
Entrevistada al respecto, la autoridad municipal Gabriela Ramos Ramírez, indicó que el Xochitlallis es una ceremonia que forma parte de la cultura de la población y que, en este caso, se preserva con el apoyo de la población mayor, quienes son herederos de ese tesoro cultural.
La maestra nahua-hablante Gabriela Citlahua, dijo que el año azteca empieza precisamente en estas fechas, en el primer viernes de marzo, razón por la cual era necesario hacer una reflexión y reconocer el daño que el ser humano, está provocando a la naturaleza.
Este evento fue organizado por el ayuntamiento de Tlilapan, quien se ha caracterizado por conservar la cultura y las tradiciones de la población.
