El Baldón: El relevo en el Banco de México
Por: José Miguel Cobián
Para
los mexicanos que vivimos la crisis generada desde el gobierno populista de
Luis Echeverría, que se agravó durante el sexenio de López Portillo, y que
comenzó a controlarse en el sexenio de Miguel De La Madrid, el relevo en el
Banco de México nos resulta preocupante, y angustioso, ante la posibilidad de
regresar a esos años de crisis, dolor y empobrecimiento de los mexicanos.
El
anuncio que hizo el presidente de enviar a Arturo Herrera como gobernador de la
junta de gobierno del Banco de México con tanta anticipación indica que el
presidente es muy cuidadoso con las señales que le envía a los grandes
capitales e inversionistas internacionales.
Sabe que su decisión no será bien vista, y la mejor prueba fue la caída
en el tipo de cambio y la bolsa de valores mexicana.
Sin
embargo, con el paso de los días, los mercados pierden nerviosismo, al observar
que Arturo Herrera sale de gira con autoridades monetarias mundiales, quienes
seguramente con diplomacia y sutileza le leerán la cartilla. Lo cual va a obligar que aunque sea sumiso a
los deseos del presidente, tendrá que actuar con mucha prudencia, pues tanto el
propio Herrera como el presidente estarán conscientes de las consecuencias de
cualquier mala decisión que tome Arturo en el Banco de México.
De
entrada hay que reconocer que desde que se le otorgó autonomía al Banco de
México, éste ha cumplido su función de cuidar el poder adquisitivo de la
moneda, dentro de lo posible en un país como México. Si bien, en otros países avanzados, la
credibilidad de su banco central es del 100%, en México podemos afirmar que es
de un 75%, ya que sus metas de inflación y de crecimiento económico
generalmente se quedan cortas, y expresan buenos deseos, más que una realidad
que la propia técnica económica pueda definir.
Dicho
lo anterior, hay que recordar que Herrera tiene nula experiencia en política
económica del banco central. Pero que
no es el primer gobernador que llegará sin saber nada. Ya México ha tenido otras decisiones
presidenciales, como la de Guillermo Ortiz, y lo que ha definido que su gestión
haya sido exitosa es la propia mística y el profesionalismo que se vive dentro
de la propia institución.
El
gobernador es uno más entre sus pares en la junta de gobierno, compuesta por
cinco economistas. El presidente López
ya incluyó en esa junta a Heat y a Esquivel, quienes se han comportado de
manera institucional, ajenos a los deseos emanados desde palacio nacional. Únicamente goza de voto de calidad cuando
hubiera un empate, y es el jefe de todo el personal administrativo de la
institución.
El
staff de asesores del Banco de México está compuesto por funcionarios de
carrera, con muchos años de experiencia, y ellos son los que proporcionan datos
y consejos a la junta de gobierno, para tomar las decisiones adecuadas de
política monetaria. Así que si Herrera
llega y no hace cambios en el staff, podemos estar tranquilos pues aunque él no
tenga experiencia, estará bien aconsejado.
Si
se combina con el relevo en hacienda, la perspectiva es positiva, ya que vemos
con buenos ojos que llegue Rogelio Ramírez de la O, un economista de 72 años,
egresado de la UNAM y con Doctorado por la Universidad de Cambridge, quién no
ha dudado una sola vez en criticar abiertamente las políticas económicas
implementadas por el presidente López Obrador,
y quién seguramente tendrá mucha mayor autonomía en la Secretaria de
Hacienda de la que tuvo Arturo Herrera.
El
Banco de México apenas envíe una mala señal, verá partir capitales golondrinos,
creará una crisis económica local, con desempleo, inflación, devaluación y
recesión. Está atado por la libre
flotación del tipo de cambio y por la libre convertibilidad de la moneda
mexicana. No puede darse el lujo de
cometer errores, o de cambiar su línea institucional por una línea populista. De hacerlo sería el fracaso del gobierno de
López Obrador, quién desde su llegada al poder, ha sido muy ortodoxo en el
manejo de variables macro económicas.
Esto lo señalo, en contra de la propaganda de la oposición que ha
mencionado lo contrario, pero que los hechos refutan una y otra vez.
El
secretario de hacienda y el subsecretario del ramo tienen por ley voz en las
reuniones de la junta de gobierno del banco de México pero no voto. Generalmente asisten poco a dichas reuniones
para evitar cualquier sospecha de intervencionismo en las decisiones
independientes del propio Banco Central.
Dicho
todo lo anterior, sólo queda analizar el cambio de gobierno en USA, las visitas
de personajes muy importantes del gobierno americano al propio presidente y a
funcionarios de primer nivel, para comprender que para Estados Unidos es de
vital importancia que no existan problemas graves al sur de su frontera, ni
políticos, ni económicos ni sociales. Y
ello ha provocado cambios en la lucha contra la corrupción y en el manejo de la
política económica desde la secretaría de hacienda. Aunado a otros que veremos en los próximos
días.
Por
todo lo anterior, creo que así como los mercados se han venido tranquilizando,
considerando que siempre se anticipan en sus reacciones, así también los
mexicanos podemos estar tranquilos con que el relevo es una salida honrosa para
el actual secretario de hacienda, quién en el Banco de México no hará ningún
daño al país, pues si bien no posee la experiencia, si posee las credenciales
para asumir el cargo y aprender muy rápido sin cometer errores.
Los
temores sobre remanentes o reservas pueden considerarse infundados al día de
hoy. 23/06/21
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