Zongolica y Córdoba; ya se vera...
En política
Con Tinta y Cascabel
Por:
Miguel Ángel Cárdenas Martínez
Las armas se alistan
en todos los frentes, los partidos guardan sus mejores argumentos de
descalificaciones para el momento oportuno… se vienen tiempos de guerra, los
tambores comienzan hacer eco en las
sedes de los institutos de todos colores.
Nadie tiene una
victoria asegurada, el nerviosismo se respira en los pre-candidatos priistas, sus
elegidos transpiran pasos de traiciones internas por “los dolidos” que solo
fueron engañados con cuentos chinos, algo usual en el priismo estatal, donde
las decisiones se tomaron sobre un escritorio o en bares y restaurantes de la
capital del estado, ignorando a los verdaderos soldados quienes han hecho la
chamba y sudado la camiseta…
Las marañas internas
en el PRI de Zongolica están expuestas, aunque se diga lo contrario, el choque
de poder entre Tomas López y Mario Zepahua; "Saca chispas", ambos con
líneas diferentes, al primero lo respalda el trabajo distrital, hace política
con sentido social, al segundo con el síndrome del PINOCHO, miente todo el tiempo,
y hasta ahorita se salió con la suya de comprarle a su hija arribista una
candidatura, para que juegue.
Para la hija del
auto-secuestrado; Lílian Zepahua hay todo un montaje teatral, mujer cuarentona,
soltera sin pena ni gloria, no sabe lo que es tener una familia propia,
desconoce lo que una madre siente cuando sus hijos tienen hambre y no hay que
darles, o se te enferman, tiene anestesiados los sentidos, no conoce un ápice las
necesidades de la sierra, del distrito, de sus 24 municipios.
Este anclaje interno
que vicia la unidad priista en el distrito 18, genera cuarteaduras bipolares. Ambos
personajes muy distintos, Tomas y Mario; nada extraña que el juego de ir por la
diputación, pueda anunciar anticipadamente perder las elecciones por vez primera
en el distrito, sobre todo porque los principales operadores políticos del PRI,
están en contra de todo proyecto que huela a "La familia Zepahua".
Esta división
priista, le allana el camino a cualquier candidato del PAN o al PRD, y mas con
aspirante a diputada débil, sin conocimiento de nada, menos de política. Las
promesas se las lleva el viento cuando son hechas al vapor, o son escritas en
la frivolidad del hielo, en la política nada es seguro, lo dice un proverbio,
por cierto muy sonado entre priistas.
La Zona Centro es
sinónimo de dudas, los remata el divisionismo, con pre-candidatos sin fuerza
popular que los respalde, y una economía familiar en todos los niveles hecha
trizas, ya no le creen a nadie, y menos a los priistas.
Lilian Zepahua; se
mueve bajo caución de su padre, no tiene personalidad política propia, solo actúa,
no siente a la gente humilde, va a una derrota segura, no tiene apoyo de la mayoría
en el distrito, le espera el voto del desdén, por oportunista convirtiéndose en
una ladilla para los que realmente hicieron talacha con la militancia como con
las mayorías.
No le queda más que
el corretaje de gente a sus reuniones, "SON ACARREADOS"... los mueve
la simulación, realmente carece del poder de convocatoria, con diatribas y
discursos vacios y pobres sin contenido, no llegan lideres importantes a sus
raquíticas aglomeraciones... ¿es como
pretende ganar el voto?
Fue apabullada y
humillada en su reciente visita a Providencia, perteneciente al municipio de
Cuichapa, quedo más que claro que "NO" la quieren, gente de toda la
comarca solo llego para darle sus descontentos hacia su asignación como
candidata, con esto, ya se verá el día de las elecciones.
**** En Córdoba a los priistas no se
les nota una actitud de triunfalismo anticipado como en otros tiempos, van
cautelosos, quizás ya… ¿aprendieron la lección?
Miden sus fuerzas y sienten sus limitaciones
esta vez… Aguilar Yunes va al desfiladero, es una opción de perdedores....
Harán
parecer que son lo mejor, aunque en sus pláticas cupulares sienten el piso con
los pies descalzos a la desesperación, por qué no será nada fácil, con un
panismo crecido y para muchos nefasto y soberbio, que les hará la vida un
vinagre acido y amargo a la vez.
¡Por su atención
GRACIAS!
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