Por: José Miguel Cobián
Señor Presidente: Leí con mucho interés los comentarios de los
periodistas que fueron convocados a los Pinos para explicarles a detalle las
causas y los efectos de la liberalización de precios de las gasolinas. Sin duda, tiene usted razón. Tomó una
decisión dolorosa en el peor momento para su partido político, una decisión que
había que tomar porque de no tomarla su gobierno hubiera caído en un impassé
gravísimo, en particular por la falta de apoyo a los que menos tienen. Creo que todos los que entendemos un poco de
economía lo entendemos e incluso, entendemos que aún cuando hubiera refinerías
en México que surtieran la totalidad de la necesidad de gasolina requerida por
el país, de todas formas no disminuirán los precios, porque ya no se va a subsidiar
y los ingresos serán usados para otros fines.
Todo eso queda claro, pero:
1.- Se habla de 200 mil
millones de pesos de pérdidas para el erario público si no se tomaba la medida
de liberalizar los precios de las gasolinas.
¿Ha tenido usted la gentileza de considerar cuánto nos cuestan los
moches y la corrupción, no sólo en el gobierno federal, sino en los estatales y
municipales?
2.- Si la respuesta a la
pregunta anterior es positiva, le ruego se explique a usted y al pueblo de
México, ¿Por qué no se combate la corrupción? ¿Por qué no se expiden y
promulgan las leyes que permitan reducirla? ¿Por qué no se investigan todas las
denuncias presentadas por la ASF? ¿Porque no se capacita al personal de la PGR
para entender y poder perseguir a los delincuentes dentro del propio gobierno,
que cometen delitos contra el erario público?
3.- ¿Cuándo le dará al
país la satisfacción de eliminar a sus amigos de algunos grandes negocios de la
administración pública, como es el caso de OHL, o de quien detenta el trámite
de cobro de la tarjeta IAVE en autopistas federales? ¿Cuándo eliminará los conflictos de interés
en su propio gobierno? Recuerde que ya
le queda poco tiempo.
4.- Entiendo que muchas
decisiones se toman desde el poder, y por razones que no se le pueden explicar
a la población, pero… ¿Ha pensado usted en que elevar el ingreso por salarios
en México puede ayudar a nuestros connacionales? Digo, a pesar de perjudicar a
nuestros socios comerciales en Estados Unidos, que han sido los más beneficiados
con los bajos salarios en nuestro país.
5.- ¿Nos haría el favor
(al pueblo de México), de explicarnos porque era necesaria la inversión
extranjera en toda la cadena de valor de la industria energética? México necesita olvidar el mito de que PEMEX
tenía toda la capacidad, toda la tecnología y toda la intención de aprovechar
nuestras reservas e industrializarlas.
El pueblo de México tiene información falsa al respecto, lo cual lo hace
considerar decisiones correctas como equivocadas.
6.- Cierto, se perjudica
su partido político por las decisiones duras que ha debido tomar. Pero, resulta
aún más perjudicado por el nombramiento de personajes impresentables en ciertas
carteras de primer nivel. Por la
selección de candidatos no gratos al pueblo de México. Por haberse convertido en símbolo de
corrupción. Por haberle ofrecido al
pueblo de México que habrían de acabar con la violencia en nuestro territorio,
y tal parece que su sexenio superará los horrores del sexenio anterior. Estoy seguro de que todo esto usted lo sabe
mejor que nadie, pues es el hombre más informado de México. Entonces ¿por qué
no hace nada por evitar los mismos errores?
Señor Presidente. En nuestro país el sistema de justicia esta
podrido, tanto a nivel federal como a nivel estatal. La colusión entre las
procuradurías o fiscalías, sus agentes equivalentes a ministerios públicos
federales y locales, y sus agentes investigadores es terrible. Y la impartición de justicia apesta. Lo felicito por la liberación de las tres
indígenas acusadas falsamente. Pero….
¿Hará usted algo para corregir este mal que corroe las entrañas de nuestra
estructura social?
México lleva muchos sexenios con hambre y
sed de justicia, como dijo el malogrado Colosio. No sólo en los términos judiciales, sino
también sociales. Usted tiene en su
gabinete a buenos amigos suyos. Le
recuerdo que la población juzgó mal al presidente Calderón por gobernar con un
gabinete de amigos y no de expertos.
Usted comete el mismo error.
Entre sus secretarios hay personas que desconocen los temas que deben
atender. Por ponerle un ejemplo, en
México hay investigación agropecuaria de alto nivel, sin embargo por la
ignorancia de quienes detentan el poder de las secretarias tanto estatales como
la federal, esta investigación no se aprovecha y no mejoramos el nivel de vida
y la productividad de nuestros campesinos.
Sin embargo, su secretario de
Agricultura aparece en programas de televisión a nivel nacional presumiendo que
irá a comprar trigo a Rusia y Maíz a Argentina y Brasil. Se le olvida que con una buena política
agropecuaria, México tiene la capacidad de producir lo que come en lugar de ser
dependiente del exterior.
Al respecto le pregunto ¿Acaso es política
nacional poner de rodillas al país ante quien nos vende alimento? ¿Por qué su gobierno no ha hecho nada para
revertir esta tendencia? ¿Es motivo de
orgullo observar grandes productores del norte del país con economías de escala
exportando a medio mundo sus productos, mientras los productores del sur tienen
niveles por debajo de la línea de subsistencia?
¿Y que me dice de la educación? Logró una
reforma laboral, pero la verdadera reforma educativa sigue siendo esperada por
nuestro país. ¿Cuándo comenzaremos a educar a nuestras siguientes generaciones
para prepararlas para los retos del futuro, sus retos de ellos, en lugar de
continuar con modelos educativos obsoletos, y con maestros que no están
capacitados para enseñar, y hacen lo que pueden con lo poco que tienen, tanto
en su acervo cultural, como en materiales, para ayudar a sus educandos, pero
siempre quedando a deber, y mucho.
México requiere de cambios drásticos. Usted sabe que será muy difícil que su
partido continúe en el poder el próximo sexenio. Sería mucho pedir, que asuma su
responsabilidad y ya realice lo que debe, aquello para lo que fue electo, sin
consideraciones de beneficios o perjuicios políticos. ¿Podrá usted en lo que resta de su gobierno
estar a la altura de lo que México requiere?
Por el bien de mi Patria, espero que sí.
Por último le recuerdo que ser mandatario
implica ser mandado, en su caso por el pueblo de México que merece estar
informado con la VERDAD, ojalá pronto su gobierno asuma la VERDAD como premisa
en toda su información. Cuando menos
para variar un poco ante tanta distracción manejada desde las alturas del
poder, y ante tanta falsedad para mantener desinformada a la opinión pública.