Domina el idioma inglés y el náhuatl, su lengua materna.
Orizaba,
Veracruz. 27/02/17.- El presbítero Lidio Limón López nació el 3 de agosto de
1956 en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz. Creció en medio de milpas y
el seno de una familia cristiana. Antes de ser sacerdote laboró durante su
adolescencia en la cervecería Moctezuma de Orizaba. Cumplió 25 años como
sacerdote, y por ello, el obispo Eduardo Cervantes, presidió sus “bodas de
plata sacerdotales” en la parroquia de Santa Gertrudis.
Recuerda
que en octubre de 1973 hizo su Cursillo de Cristiandad, y entonces conoció al
Padre Francisco Aguilera, con quien inició el camino Neo-catecumenal en octubre
de 1975.
“De
este camino fui electo Catequista, y en 1979 me inicié como catequista
itinerante en el Neo-catecumenado y así después de evangelizar en la Diócesis
de Tuxpan, San Andrés Tuxtla y Arquidiócesis de Guadalajara; cinco años
evangelizando fueron necesarios para que Dios dominara mi terquedad,
acepté el llamado al seminario y así en septiembre de 1981 ingresé al Seminario
Interdiocesano de Xalapa”.
“La
vida de dos pastores fue lo que me ayudó decidirme: el Padre Francisco Aguilera
y Monseñor Sergio Obeso, a quienes he admirado por su dedicación pastoral. Fue
una decisión difícil, tenía mucho miedo ya que me era muy difícil estudiar, y
después de trabajar como obrero cervecero sentía que el sacerdocio no era para
mí”.
Con
el apoyo del Padre Aguilera ingresó al seminario formándose para el Oratorio de
Orizaba en septiembre de 1981, terminó los estudios de Filosofía en 1985; en
ese año inició estudios de Teología; en 1997 los padres del Oratorio de
Monterey, California lo invitaron a seguir sus estudios en los Estados Unidos.
Ese año suspendió sus estudios eclesiásticos para estudiar inglés en la Ciudad
de Monterey, California; y en Septiembre de 1988 ingresó al Instituto “Gradute
Theological Union (GTU)” en la Ciudad de Berkeley, California donde se graduó
con el Titulo de Maestría en Teología en el verano de 1991; ese año ingresó a
la Universidad de San Francisco con los Padres Jesuitas en la Ciudad de San Francisco,
California y terminó una maestría en Pedagogía Religiosa en 1994.
“Fui
Ordenado diácono el 26 de mayo de 1991 en Ciudad de México, ordenado presbítero
el 22 de febrero de 1992 en la Parroquia de San Francisco Xavier, Diócesis de
Monterey”.
Fue
asignado Director de la Pastoral Hispana en el Decanato de Monterey en esa
Diócesis, en 1997 tomó a su cargo la Parroquia del Sagrado Corazón en Campo
Militar Fort Ord (Centro de California), y Director de Pastoral Profética en la
parroquia de su ordenación.
A
inicios de 2003 solicitó su ingreso a la Diócesis de Orizaba con Monseñor
Hipólito Reyes, quien benévolamente lo admitió en marzo de ese año. “Fui
asignado como vicario parroquial de Santa Rosa, Ciudad Mendoza y en enero de
2005 como párroco de la parroquia de Tehuipango. En febrero de 2016 fue
nombrado párroco de Santa Gertrudis.
“El
ministerio sacerdotal es un reto de fe, en Estados Unidos realizamos un
ministerio con muchos apoyando a los hermanos migrantes frente a la
discriminación. Durante los 90’s la Iglesia católica de los Estados Unidos no
permitía promover la Pastoral Hispana, cosa que tuvimos que confrontar los
sacerdotes hispanos que trabajábamos allá; la situación de violencia y la
proliferación de las padillas ha sido un reto pastoral, Dios me permitió
realizar un plan pastoral para trabajar con pandilleros de Centro de California
y readaptar a muchos jóvenes que habían caído en la delincuencia y el narco,
ministerio que nos trajo muchos problemas pero que valió la pena todo el
esfuerzo”.
El
padre Lidio Limón reconoció que fue difícil regresar a México después de 17
años, y readaptarse; 20 meses de ministerio en Santa Rosa de Lima fueron
maravillosos, llenos de retos pero teniendo siempre a Dios cerca.
“En
noviembre de 2004 Monseñor Hipólito me pidió que lo ayudara en Tehuipango, el
párroco anterior me decía que no había ni para comer. En realidad, en 2005 la
asistencia Misa dominical en Tehuipango era de unas 300 personas con una
colecta dominical de $250.00, colecta que se quedaban los mayordomos.
Comenzamos a trabajar, a traducir la liturgia al idioma original y a visitar
comunidades. El primer año doné todo el dinero que tenía para restaurar el
templo; ese año tome la decisión de renunciar a un sueldo en esa parroquia para
tener con qué trabajar, y con la posibilidad que tenia de viajar a los Estados
Unidos, los sacerdotes amigos realizaron colectas especiales en algunas
parroquias; así logramos bajar una buena cantidad de dinero y con el apoyo de
faenas y los pocos ingresos de la parroquia logramos realizar la construcción
de todo el complejo parroquial que ahora existe. No obstante la presión de los
caciques y de los mayordomos; tomamos el reto de construir comunidad y se logro
una iglesia viva. Se lograron realizar algunos trabajos sociales, promover la
educación integral, la salud”.
En
Santa Gertrudis, después de un año de trabajo estamos impulsando la Misión
Permanente y listos para realizar un plan pastoral en la parroquia.
“En
25 años de sacerdocio nunca ha faltado la Cruz, pero tampoco ha faltado un
ángel de la guarda que me asista en los momentos difíciles. Gracias a Dios y a
todos los que han sido parte de esta labor de Dios en mi vida sacerdotal
llegamos a 25 años”.
¡Enhorabuena
por sus bodas de plata sacerdotales Padre Lidio, Dios lo colme de bendiciones y
lo llene siempre de su Santo Amor!...