Samuel Aguirre Ochoa
El día de ayer un grupo de priístas que esperaba los resultados del recuento de votos frente a las oficinas del Comité Municipal del OPLE en el municipio de Soteapan, fue brutalmente agredido por un grupúsculo de individuos pertenecientes al Partido Acción Nacional (PAN), encabezados por Ramiro Bautista Ramírez, Etiberio Pérez Ramírez y Crisanto Bautista Cruz. Armados con palos, machetes y piedras y, aprovechando que llegaron 4 patrullas de Seguridad Pública al lugar, se lazaron a golpear a los primeros, hiriendo de gravedad a 15 personas quienes fueron llevados de inmediato a los hospitales de la región.
Conforme lo establece el Código Electoral del Estado en este municipio tiene que llevarse a cabo el conteo voto por voto, debido a que la diferencia entre el primero y el segundo lugar es menor al 1 por ciento y a que el número de votos nulos es mayor a la diferencia entre el partido ganador y el que le sigue. Mientras se hacían los procedimientos legales para este fin, fue que se dio esta agresión, porque los panistas saben que los resultados del recuento no les van a favorecer y, debido a eso, quieren evitar que se realice.
Esta acción violenta de los panistas se fundamenta en que se sienten protegidos por políticos poderosos encumbrados en el gobierno, quienes les facilitaron dinero y respaldo con la fuerza pública. Situación que no es exclusiva de Soteapan, es un fenómeno generalizado en prácticamente todos lo municipios, en donde de manera muy clara se vio la intervención del Gobierno del Estado en apoyo a los candidatos panistas. Se les apoyó con dinero a carretadas; con la intervención de las instancias fiscalizadoras para presionar a los presidentes municipales para que apoyaran a los candidatos panistas, con despensas, compra de votos, el uso de la fuerza pública, se valieron del espionaje para chantajear etc.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares declaró ante los medios que esta elección era la primera en la que los ciudadanos participan de manera libre y sin interferencia del Gobierno del Estado ni de recursos públicos en las campañas. Pero la realidad dice otra cosa muy diferente, aunque él lo niegue. En realidad en el terreno político electoral hubo un retroceso, de la misma manera en que se manifiesta en el terreno de la inseguridad, en el de la falta de obra pública, en la falta de empleo etc. La situación en Veracruz es verdaderamente preocupante.
Los veracruzanos querían un cambio, pero un cambio que beneficiara a la población en general, y a los sectores más desprotegidos en particular; la gente votó contra de la corrupción, pero la compra de votos que se dio en este proceso electoral, es corrupción y de la peor, pues está engañando a los ciudadanos con migajas, para que una vez que los candidatos del PAN lleguen al poder, hagan con los dineros del pueblo lo que les plazca.
El antorchismo veracruzano y nacional rechaza esta forma de hacer política, porque denigra, corrompe, lleva a la inconformidad y a la violencia. De seguir por este camino el pueblo de Veracruz será el más afectado, y la única manera de frenar esta política es con la organización y concientización de las clases trabajadoras, que son las que verdaderamente producen la riqueza nacional. Los obreros y los campesinos deben comprender que ellos son el motor de la sociedad, porque sin ellos no se produce nada en las fábricas ni el campo, que todos los demás sectores sociales viven de lo que ellos producen, y que por tanto merecen vivir mejor.
Por este conducto, a nombre del antorchismo, hago un llamado al Gobernador, Licenciado Miguel Ángel Yunes Linares, para que se castigue a los agresores de Soteapan, que envíen a la fuerza pública pero a establecer el orden, no para apoyar a un grupo de panistas. Por este conducto, hago responsable de las agresiones ya hechas, y de cualquiera otra que pudiera suscitarse, a Ramiro Bautista Ramírez, Etiberio Pérez Ramírez y Crisanto Bautista Cruz.
