¿USTED QUE OPINA?
LEGALIDAD vs MORALIDAD
Por: Alfredo Tress Jiménez
La polémica que han generado representantes de la iglesia católica, el jefe de gobierno del D.F. y los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre el tema de la adopción de infantes por personas unidas legalmente del mismo sexo, ha causado en muchos sectores de la ciudadanía descontento de parte y parte, señalando unos que estuvo muy mal que los ministros hayan calificado jurídicamente Constitucional la adopción de menores de edad por personas que otros han calificado que su unión distorsiona la relación que existe históricamente entre mujeres y hombres. Otro sector de la sociedad señala que se debe dar libertad a este tipo de decisiones, ya que de otra manera es actuar en desigualdad sobre estas personas que también tiene derechos, obligaciones y responsabilidades.
Sin embargo, el criterio de un servidor es que la iglesia se excedió, no puede un ministro de culto pretender tener el monopolio de los mexicanos. El cardenal Juan Sandoval Iñigez, se ha distinguido por ser un hombre pretencioso y hablantín, el cardenal cometió un delito, calumnio a los ministros de la corte, ya que la afirmación temeraria de este representante de la iglesia, fue en contra de 9 de 11 ministros de la corte, el señalar que fueron maiceados por el jefe de gobierno, está fuera de toda lógica de una persona cuerda. La ley dice que para acusar se debe probar.
El estado de derecho en la tierra está por encima del derecho clerical que los ministros de culto se otorgan a priori. Nos quejamos recurrentemente de la impunidad con que actúan muchos funcionarios públicos, criticamos permanentemente el que no se respete el estado de derecho. Sin embargo, las declaraciones de representantes clericales fueron más allá, ya que públicamente convocan a los mexicanos a no votar por un partido político, calificándolo de ser peor que el narcotráfico.
Esto que está sucediendo, hace imperativo que el gobierno federal actúe inmediatamente para de una vez por todas poner en su lugar a los cultos religiosos, que se esconden en su sotana y se resguardan en algunos de sus fieles, calificando o descalificando como les venga en gana, cuando su única función es evangelizar a sus creyentes.
La defensa contundente del jefe de gobierno del D.F. Marcelo Ebrard a las instituciones de nuestro país, se escuchan contrarias a lo que Andrés Manuel López Obrador ha combatido recurrentemente en contra de las instituciones mexicanas, debemos recordar que la mayoría de los Magistrados del Tribunal Federal Electoral, como institución en esta materia, calificaron la elección del Presidente de la República, a quien López Obrador ha señalado como espurio e ilegítimo, y representantes de la Iglesia han pedido públicamente que se respeten las decisiones de las instituciones de nuestro país.
Ante esta forma de expresarse por parte del Jefe de Gobierno, se le observa como un hombre liberal, mientras que López Obrador siempre se ha mostrado conservador. Se puede concluir que actualmente Marcelo Ebrard marca una distancia con su padrino político López Obrador.
Hago esta reflexión debido a que el discurso que expresa la Iglesia Católica por conducto de este cardenal y el vocero de la catedral, en estos momentos se asemeja mucho a la forma de pensar y actuar de Andrés Manuel López Obrador, que siempre ha sido criticado por la gran mayoría de los hombres y mujeres del poder público, de la mayoría de la ciudadanía y de jerarcas eclesiásticos, siempre ha expresado cómo hoy la iglesia fija su posición en contra de las instituciones de nuestro país. Lo que debemos interpretar de los dichos de los jerarcas católicos es que la justicia terrenal debe sujetarse a la justicia angelical, en conclusión los curas piensan que las instituciones como es la Suprema Corte de Justicia de la Nación debió resolver como ellos piensan, de lo contrario sencillamente los descalifican.
Sin embargo, a mi juicio, aunque sea católico, porque lo soy y aunque no esté de acuerdo con la adopción de menores por personas del mismo sexo por cuestiones morales, la votación de los ministros de la Corte se soportó en la ley, han demostrado que sus decisiones las sustentan en la interpretación de la Constitución, ya que los 11 Ministros, nos guste o no, son los abogados de la Nación, en consecuencia los únicos responsables constitucionalmente para decidir sobre las controversias de ley como es el caso.
Los Ministros de la Corte no pueden ni deben tomar sus decisiones en creencias personales, como es este caso tan polémico, si antepusieran sus creencias personales a la ley, luego entonces la división entre la iglesia y el estado laico no tendría razón jurídica de existir. Debemos peguntarles a los señores curas qué nos pueden decir del caso Marcial Maciel, ¿Será que lo calificarán como un caso aislado?, ¿Usted qué Opina?
alfredotress04@yahoo.com
Sin embargo, el criterio de un servidor es que la iglesia se excedió, no puede un ministro de culto pretender tener el monopolio de los mexicanos. El cardenal Juan Sandoval Iñigez, se ha distinguido por ser un hombre pretencioso y hablantín, el cardenal cometió un delito, calumnio a los ministros de la corte, ya que la afirmación temeraria de este representante de la iglesia, fue en contra de 9 de 11 ministros de la corte, el señalar que fueron maiceados por el jefe de gobierno, está fuera de toda lógica de una persona cuerda. La ley dice que para acusar se debe probar.
El estado de derecho en la tierra está por encima del derecho clerical que los ministros de culto se otorgan a priori. Nos quejamos recurrentemente de la impunidad con que actúan muchos funcionarios públicos, criticamos permanentemente el que no se respete el estado de derecho. Sin embargo, las declaraciones de representantes clericales fueron más allá, ya que públicamente convocan a los mexicanos a no votar por un partido político, calificándolo de ser peor que el narcotráfico.
Esto que está sucediendo, hace imperativo que el gobierno federal actúe inmediatamente para de una vez por todas poner en su lugar a los cultos religiosos, que se esconden en su sotana y se resguardan en algunos de sus fieles, calificando o descalificando como les venga en gana, cuando su única función es evangelizar a sus creyentes.
La defensa contundente del jefe de gobierno del D.F. Marcelo Ebrard a las instituciones de nuestro país, se escuchan contrarias a lo que Andrés Manuel López Obrador ha combatido recurrentemente en contra de las instituciones mexicanas, debemos recordar que la mayoría de los Magistrados del Tribunal Federal Electoral, como institución en esta materia, calificaron la elección del Presidente de la República, a quien López Obrador ha señalado como espurio e ilegítimo, y representantes de la Iglesia han pedido públicamente que se respeten las decisiones de las instituciones de nuestro país.
Ante esta forma de expresarse por parte del Jefe de Gobierno, se le observa como un hombre liberal, mientras que López Obrador siempre se ha mostrado conservador. Se puede concluir que actualmente Marcelo Ebrard marca una distancia con su padrino político López Obrador.
Hago esta reflexión debido a que el discurso que expresa la Iglesia Católica por conducto de este cardenal y el vocero de la catedral, en estos momentos se asemeja mucho a la forma de pensar y actuar de Andrés Manuel López Obrador, que siempre ha sido criticado por la gran mayoría de los hombres y mujeres del poder público, de la mayoría de la ciudadanía y de jerarcas eclesiásticos, siempre ha expresado cómo hoy la iglesia fija su posición en contra de las instituciones de nuestro país. Lo que debemos interpretar de los dichos de los jerarcas católicos es que la justicia terrenal debe sujetarse a la justicia angelical, en conclusión los curas piensan que las instituciones como es la Suprema Corte de Justicia de la Nación debió resolver como ellos piensan, de lo contrario sencillamente los descalifican.
Sin embargo, a mi juicio, aunque sea católico, porque lo soy y aunque no esté de acuerdo con la adopción de menores por personas del mismo sexo por cuestiones morales, la votación de los ministros de la Corte se soportó en la ley, han demostrado que sus decisiones las sustentan en la interpretación de la Constitución, ya que los 11 Ministros, nos guste o no, son los abogados de la Nación, en consecuencia los únicos responsables constitucionalmente para decidir sobre las controversias de ley como es el caso.
Los Ministros de la Corte no pueden ni deben tomar sus decisiones en creencias personales, como es este caso tan polémico, si antepusieran sus creencias personales a la ley, luego entonces la división entre la iglesia y el estado laico no tendría razón jurídica de existir. Debemos peguntarles a los señores curas qué nos pueden decir del caso Marcial Maciel, ¿Será que lo calificarán como un caso aislado?, ¿Usted qué Opina?
alfredotress04@yahoo.com
