Ángel Rafael Martínez Alarcón.
El 20 de enero del 2017, tomó posesión como Presidente de los Estados
Unidos de Norteamérica, el empresario Donald Trump, como el
mandatario número 45, en los 240 años de historia de los Estados Unidos. Su
discurso de inauguración de su presidencia, tuvo mucho de referencia al
invierno de 1933, en la República de Alemania, cuando Adolfo Hitler se
hizo del gobierno de esa nación europea, el fin todos los sabemos, doce años
después el resultado fue 60 millones de muertos y una docena de naciones
destruidas, gracias al populismo y odio racial de esos años en el mundo.
Si, desde hace un
año, un fantasma recorre el mundo, el fantasma de Donald Trump, con un
discurso de odio y racismo, situaciones que parecían superadas en Norteamérica,
en particular desde 2008, cuando eligieron a un candidato afroamericano, Barack
Obama. Los próximos cuatro años no serán fáciles para el mundo, por el
discurso incendiario del nuevo presidente, con nula trayectoria política, y una
exitosa carrera en el mundo empresarial.Con falso nacionalismo de la supremacía
sajona, hoy en la nación de las libertades todas las minorías están amenazadas
por el anuncio de las nuevas políticas. Once millones de mexicanos están en
riesgos de ser acosados y un número importante de ser deportadas a nuestra
nación; es su derecho como Presidente de los Estados Unido, “primero
América”, pero sólo piensa en la América sajona, olvidando que dicha nación
desde siglo XVII se construyó con la migración.
El Conde de Aranda, en
el año de 1781, informaba al monarca ibérico Carlos III, sobre el
peligro que representaban la recién formada nación norteamericana, y proponía
que los virreinatos en el continente Americano se convirtieran los reinos, y
Madrid, la capital del imperio ibérico. Los norteamericanos apoyaron desde su
pequeño territorio, a los luchadores por la independencia de los virreinatos.
Nuestros vecinos siempre tuvieron grandes apetitos de nuestros territorios, en
su mayoría despoblados desde tiempos de la Nueva España.
Es el Presidente
James Monroe, reconoció a la recién nación liberada, cabe señalar que
España y Roma reconocieron a México en 1836. Es durante la administración de Andrew
Jackson, cuando el Estado de Texas se separa de México, para más tarde
sumarse a los Estados Unidos. Con el Presidente James K Polk, sufrimos
la intervención militar de los norteamericanos en todo el territorio nacional
entre los años de 1846-1848, con fatales resultados para el territorio
nacional.
En el siglo XX,
también fue testigo de las grandes apetencias imperialistas de los
norteamericanos sobre México. En 1914, la invasión al puerto de Veracruz,
durante la presidencia de William H. Taft, logrando una injerencia sobre
el derrocamiento al primer gobierno federal electo por la mayoría de los
mexicanos, al presidente Francisco I Madero, en febrero de 1913.
Es muy larga toda la lista como el ejecutivo federal de los Estados Unidos de
Norteamérica, ha sometido a los gobiernos de México, las famosas
certificaciones a nuestro gobierno durante la presidencia de Ronald Reagan, certificación
por las políticas públicas en materia de narcotráfico. Sin tampoco olvidar toda
la dependencia en lo económico.
Donald Trump, siempre
ha demostrado sus interés económicos, y México no puede esperar nada bueno de
la presente administración, lo lamentable es la postura de Enrique Peña
Nieto, que ha tenido una actitud de sometimiento a las ocurrencias del Sr.
Trump, desde su visita a la Residencia Oficial de los Pinos, en agosto del
2016, la designación del canciller Luis Videgaray, lacayo
de Trump, y el regalo de la extradición del Chapo Guzmán,
faltando unas horas para asumir la presidencia de los Estados Unidos
de Norteamérica. El fantasma de Donald Trump, se convierte en un
peligro para la Humanidad.
A tan sólo seis días de
haber tomado posesión como Presidente Donald Trump, y seis días para la
primera visita de Enrique Peña Nieto; el 25 de enero firma la
orden ejecutiva para construcción del muro fronterizo de ambas fronteras. Y
toda la nueva política anti migrantes, por fin el discurso de la construcción
del muro se empieza a hacer realidad. Para creerle a Enrique Peña
Nieto, deberá suspender su visita a los Estados Unidos programada para el
31 de enero del año en curso.
Andrés Manuel López Obrador, ha sacado su intimó
priísta que siempre ha llevado en su corazón, todo su respaldo al Presidente de
México, como pagando factura de todos los beneficios recibido desde los Pinos,
para su instituto político.